Restricciones en motos

Las motocicletas, en los últimos años se convirtieron en vehículos preferidos para cometer hechos delictivos, y, lo peor, para asesinar a personas, esa práctica perversa conocida como sicariato, es decir matar por encargo a cambio de unos pocos dólares, por venganza o por ajuste de cuentas.

Ecuador vive días convulsos por estos hechos. Las cámaras de videovigilancia muestran a sicarios cometer sus execrables delitos montados en motocicletas; también robos a transeúntes, en los comercios, en restaurantes, en los vehículos estacionados, y hasta a los informales.

El comercio de motos ha crecido de forma exponencial. Bien empleado, conducido cumpliendo las normas de tránsito, es un medio de transporte ágil, servicial y hasta para cumplir ciertas tareas.

Según estadísticas de la Policía Nacional, cada vez aumenta el promedio de robos usando esos vehículos; igual el sicariato.

Claro, esa dura realidad no ocurre en todas las ciudades. En unas, es más; en otras, menos.

Sin embargo, la cruzada para enfrentar la ola delictiva-criminal lleva al gobierno a restringir el transporte en motocicletas a una sola persona. Lo hizo a través de la Agencia Nacional de Tránsito.

Corresponde a la Policía Nacional y a otras entidades de control vigilar el cumplimiento de la disposición. No acatarla significará una contravención de tránsito.

La resolución exhorta a la Asamblea Nacional a recategorizar dichas contravenciones. Ojalá proceda en el menor tiempo posible.

También se faculta a los Municipios a establecer reglas complementarias. Varios de ellos, el de Cuenca, por ejemplo, tienen competencia en materia de regulación de tránsito.

La restricción tiene excepciones: es permitido viajar a dos si se trata de cónyuges, hijos o hermanos, personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres, niños menores de 12 años.

Si bien enfrentamos a una delincuencia estructurada, avezada y bien armada, toda medida vale para enfrentarla, disuadirla y autoprotegernos.