La democracia en peligro

“Quieren votar al Presidente” escribió en su cuenta de Twitter, Guillermo Lasso, cuando las movilizaciones en contra de su gobierno arrecian hasta convertir a Quito en el centro de las operaciones violentas, mientras en el resto del país los manifestantes, bloqueando vías e impidiendo el trabajo de otros, actúan como una especie de tenazas.

A estas alturas del paro, están claras las motivaciones políticas tejidas quien sabe desde cuándo y entre actores, en apariencia disímiles.

Los mimos dirigentes de la Conaie, en la cual se parapetan otras organizaciones sin mayor influencia, han declarado su intención: “bajarse al presidente”.

No es para exagerar, pero tal como está la situación, la democracia está en peligro. Se esté o no de acuerdo, Guillermo Lasso fue elegido por la mayoría de ecuatorianos. Que ahora haya desencantados es otra cosa.

No es cuestión de decir, como ya lo expresaron meses atrás algunos dirigentes políticos cuando fraguaban la “conmoción social”, fuera el presidente se juramenta al vicepresidente, y aquí no ha pasado nada.

La Constitución establece las causales para la salida de un presidente. Ni hablar del debido proceso.

No se trata de defender a personas, sino al orden constituido, en suma, a la democracia. No es perfecta; pero ningún sistema lo es. Permite elecciones libres, la división de poderes, la institucionalidad, el ejercicio de las libertades, entre ellas a protestar.

Sobran razones para preocuparse sobre el potencial rompimiento constitucional. Lo advierten las mismas Fuerzas Armadas, Y no solo por lo violento de las manifestaciones y de dirigentes reacios al diálogo, sino por la actitud de otros parapetados en el silencio, desde donde también se echa fuego maquinando perversas acciones, hasta por venganza personal, ganar votos, o queriendo fajarse la banda presidencial.

Las señales de conspiración son claras, quien sabe si hasta desde el mismo interior del gobierno; o, como se ha denunciado en las últimas horas en la Asamblea Nacional, por la narcopolítica.