Gobierno chileno pedirá a Parlamento extender 15 días militarización en sur

El presidente Gabriel Boric cumple este sábado su primer año en el Palacio de la Moneda.

El Gobierno chileno pedirá próximamente al Parlamento extender durante 15 días más el estado de excepción y la militarización en una zona del sur del país donde existe desde hace décadas un conflicto entre el Estado, indígenas mapuche y forestales que se ha recrudecido en el último tiempo.

«Hemos analizado las cifras y la evaluación de lo que ha sido el despliegue en este tiempo y hacemos un balance positivo», dijo la ministra del Interior, Izkia Siches.

La medida, vigente desde mediados de mayo, ha permitido reducir en un 85 % la quema de camiones, un 65 % la quema de vehículos y un 57 % el uso de armas de fuego, explicó Siches.

Pese a que prometió que no lo haría y criticó a su predecesor, Sebastián Piñera, por mantener la medida durante seis meses, el presidente de Chile, Gabriel Boric, decretó dos meses después de tomar posesión el estado de excepción en La Araucanía y en las provincias de Arauco y Biobío, en la vecina región del Biobío.

El estado de excepción permite, entre otras medidas, desplegar a los militares para que ayuden a Carabineros (Policía militarizada) a controlar el orden público, aunque la medida aplicada por Boric es «acotada» y solo afecta a las principales rutas.

«Esperamos el próximo 29 de junio estar en el parlamento dando cuenta a los parlamentarios de los detalles de estas cifras como también la necesidad, desde el punto de vista y en materia de seguridad, de seguir contando con esta medida», agregó la ministra.

En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuche y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.

En ese contexto se producen casi a diario ataques incendiarios a maquinaria y predios y cortes de ruta, así como tiroteos con víctimas mortales y huelgas de hambre de presos indígenas.

Tanto parte de la izquierda como los movimientos indígenas sostienen que la militarización solo pone más tensión sobre el conflicto y defienden que son necesarias medidas transversales y de largo plazo, mientras que la derecha le pide a Boric un estado de excepción total, con plenos poderes para las Fuerzas Armadas. EFE