Una lectura de la movilización                                          

Hugo Darquea López

Violencia y secuestro de la ciudades, sabotaje de la producción, especialmente petrolera, caos y amedrentamiento, terrorismo con evidente  violación de los derechos humanos, así  la libre circulación  para comprar o vender los productos  que se requieren: alimentos, medicinas, vestuario… los derechos básicos fueron afectados, aun los que el confort nos motive, ya   que es nuestra decisión o gusto que  así lo pretenden, tal el caso de reunirse con quienes  decidamos. Mil millones USD de pérdidas,  

 Pero más allá de estos factores básicos e imprescindibles, se encuentra que la movilización de los 18 días pensada y ejecutada por la COAIE y aliados afectó a  todas las actividades peculiares de la relación social: la educación fue paralizada, los servicios de salud, públicos y privados, los medios asistenciales, el trabajo en sus diferentes formas de realización  entorpecidos en todo el territorio del País.

Lo descrito  se impuso por la violencia al tomarse diferentes ciudades y centros de producción industrial, minera y petrolera.  La población campesina y  obviamente el mercado citadino de norte a sur se aisló.  El  terrorismo, sabotaje y rebelión se ejecutaron con premeditación y alevosía. En el fondo de  este proceso se hizo patente  la pretensión de derrocar al Gobierno Constitucional.  Por tanto los dirigentes son responsables de las acciones tipificadas en el COIP.

La Pacha Mama es la inspiración del discurso y  ejecución,  la estrategia y técnica  responderían al  libreto  de los foros de Sao Paulo y Puebla.  

Ante este cuadro de surrealismo político queda el desafío: Defendemos  nuestra forma de vida, la Democracia y la Libertad o terminaremos como Nicaragua y Venezuela. (O)