99.9 % Iguales

Cecilia Ugalde

Resulta irónico que tengamos no solamente una sociedad, sino un planeta tan fragmentado por las diferencias entre unos y otros, cuando tenemos tanto en común. Y es que el ADN de todos los humanos tiene el 99.9 % de similitud, apenas tenemos un 0,1 % de diferencia genética con cualquier otro ser humano del planeta, sí, ¡apenas un 0,1 % de diferencia!

En la Declaración de la Independencia de Estados Unidos, se planteó que todos los hombres somos creados iguales; igualdad sobre la que ya predicó Jesucristo hace muchos siglos, y más allá de la religión, la igualdad entre los seres humanos es uno de los pilares del liberalismo, que reconoce la existencia de una igualdad radical entre las personas.   

El primer artículo de la Declaración Universal de Derechos Humanos planteas que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, evidentemente esta declaración realizada en 1948 aún está muy lejos de ser puesta en práctica.

Pero cada cultura y la posición que ocupamos en ella nos hace distintos y desmiente esa igualdad al colocar etiquetas y ubicar a las personas en categorías arbitrarias e injustas.  Los seres humanos son fruto de su entorno, y esa realidad deja sin piso a mucho de lo que se dice sobre la igualdad, ya que partimos de realidades y oportunidades diferentes que consecuentemente, marcan las diferencias y hacen que ya no seamos tan iguales.

En las desigualdades surgen las disputas, las luchas, los choques sin aparente solución, la búsqueda de que la igualdad en dignidad y derechos se respete; y mientras no tengamos sociedades que propicien esa igualdad, seguiremos enfrentados y viviremos en conflicto, fijándonos en aquello que nos hace diferentes. (O)