Buscan introducir especies extintas y restaurar ecología en isla de Galápagos

Científicos del archipiélago ecuatoriano de Galápagos buscan reintroducir varias especies extinguidas en la Isla Floreana, en el corazón de la formación insular, con el fin de restaurar las redes ecológicas y evitar la desaparición de otros animales endémicos.

Así lo informó este martes la Dirección del Parque Nacional Galápagos (PNG), a cargo del cuidado ambiental de este archipiélago situado a unos mil kilómetros al este de las costas continentales de Ecuador y declarado como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.

El plan es introducir algunas variedades de pinzones (vegetarianos, pico afilado, grande de tierra, cantor gris, grande de árbol), el pájaro brujo, el pachay (ave endémica), la gaviota de lava, la lechuza de campanario, el gavilán de Galápagos y el cucuve o sinsonte; así como la culebra y la tortuga gigante de Floreana.

El proyecto, que arrancó hace 2 años, se materializará en 2024, cuando se prevé hacer efectiva la reintroducción de los ejemplares, escogidos de poblaciones fuentes ya definidas en otros sitios del archipiélago, según comentó a Efe una fuente del PNG.

PRIMERO HAY QUE ERRADICAR RATONES Y GATOS

Una primera etapa del proyecto ha consistido en eliminar de Floreana varias especies introducidas nocivas que han perjudicado a los ecosistemas, especialmente roedores y gatos ferales.

Especialistas en fauna silvestre del PNG y de las organizaciones ecologistas Island Conservation y Re:Wild, quienes integran la pequeña población humana de Floreana, de 150 habitantes, han concluido en estos días un taller para delinear líneas de acción y tiempo para la reintroducción paulatina de las trece especies consideradas localmente extintas en la isla.

El PNG, organismo adscrito al Ministerio del Ambiente de Ecuador, indicó que se prevé concluir la fase de erradicación de roedores y gatos ferales el próximo año, con lo que se allanará el camino para la reintroducción de los nuevos ejemplares, cuya misión es fortalecer la dinámica de los ecosistemas de la isla y contribuir a la restauración.

En el taller se han analizado aspectos del proyecto como estudios sobre las «poblaciones fuente» de las que se extraerán los ejemplares que irán a Floreana, así como los riesgos, la viabilidad biológica, la factibilidad social y la vinculación de los nuevos inquilinos con otras especies ya existentes.

INTRODUCIR ESPECIES PERDIDAS HACE DOS SIGLOS

«Floreana es una de las primeras islas habitadas en el mundo en la que se va a reintroducir especies que se perdieron en los últimos dos siglos, con lo que se expandirán poblaciones en peligro de extinción y se restaurarán redes ecológicas desaparecidas», aseguró Luis Ortíz-Catedral, asesor científico del PNG y experto en vida silvestre.

Recordó que «esta actividad se ha planeado de acuerdo a relaciones ecológicas entre las especies, por lo que posiblemente las ganancias para la restauración del ecosistema serán mayores que si se hicieran reintroducciones individuales aisladas».

De su lado, Danny Rueda, director del PNG, destacó el papel de la comunidad de Floreana en la formulación del proyecto, gracias a su profunda vocación por la conservación.

«No hubiéramos podido llegar a esta etapa del proyecto, que inició hace doce años, sin el trabajo conjunto de la comunidad local que ha estado involucrada durante las diferentes fases del proyecto y se han tomado todas las medidas de mitigación y capacitación para asegurar su bienestar», mencionó Rueda.

UN EJEMPLO PARA OTRAS RESERVAS EN EL MUNDO

Los científicos a cargo del llamado «Proyecto Floreana» consideran que su aplicación «establecerá un precedente a escala mundial y servirá como modelo para la restauración de otras islas alrededor del mundo», debido a que el plan involucra eliminar especies invasoras como roedores y gatos, y la reintroducción de especies localmente extintas.

Y es que la conservación es uno de los objetivos y valores que mueve a la sociedad galapagueña, involucrada en la protección del medio ambiente insular como parte de su existencia.

Por ello, y otras razones, las islas Galápagos son consideradas como una de las reservas naturales mejor protegidas del mundo y como un laboratorio natural, el mismo que inspiró al científico inglés Charles Darwin a formular su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.

Este archipiélago está formado por 13 islas grandes, 6 menores y 42 islotes, y debe su nombre a las tortugas terrestres gigantes que la habitan. EFE