La necesidad de estar informado nos coloca diariamente en un espacio tétrico y cruel, que de tanto escuchar, se vuelve algo normal y casi trivial. Parecería un relato de un cuento de terror cada episodio del diario y brutal sicariato, que tiene su vertiente común, la mayoría, en ajustes de cuentas entre narcotraficantes y pandillas que se volvieron verdaderos batallones del mal, entrenados en sádica escuela donde la vida no vale nada y la orden de matar tiene que ser cumplida sin miramientos ni esguinces. Colombia pasó aquella época con Escobar, loco delincuente que mató miles si no seguían sus órdenes y se atrevió a derribar un avión comercial con ciento de inocentes pasajeros. Escuchar que mataron niños y su padre de un balazo en la cabeza por equivocación y que, enterados del error, los sicarios caminaron metros en la vecindad y asesinaron otra persona más brutalmente, pero también por equivocación, para luego, los asesinos incluso algunos adolescentes al darse cuenta de sus deslices, continuaron su búsqueda frenética y liquidaron por fin, al personaje al que estaban dirigidas las balas. Es decir, matar y matar no importa quienes ni cuantos para llegar al que debe morir por órdenes emanadas de cabecillas encarcelados, que continúan con masacres viles en las penitenciarías, donde observamos espeluznantes crímenes con decapitaciones, al punto que no logran enterrar los difuntos, porque no concuerdan las cabezas. El Ecuador se hunde. Luego de paralizaciones y destrozos, pérdidas millonarias en todos los sectores productivos, ciudades asediadas y vejámenes al ser humano, recién el presidente se da cuenta que tiene que arreglar injusticias atávicas con el campesinado. Aun no se entera que los jubilados que entregaron sus vidas al país y la sociedad, no pueden ser atendidos dignamente, pues en hospitales del IESS no tienen los medicamentos más comunes e indispensables. Cuando se enterará que la gente siente pobreza, sin empleos, educación, esperanza, salud, lo que empuja a migrar en condiciones infames en cuyas aventuras terminan muertos. Cuando dejará su débil acción y convocará a países amigos y entes internacionales que ayuden en la enorme tarea de erradicar el narcotráfico y dejar de ser puerto de embarque seguro y óptimo para exportar droga. Cuando fortalecerá y depurará de malezas al ejército, policía, justicia, asamblea. Cuando luchará contra la corrupción franca y total en todos los entes de control y designación de autoridades y tirará al fango una constitución escrita por trúhanes. (O)
