Áreas Históricas realizará un estudio para intervenir en el Museo de la Medicina de Cuenca

El museo custodia alrededor de 10.000 piezas que los médicos usaron en el siglo pasado. Andrés Mazza/El Mercurio

En Cuenca hay varios espacios que han surgido y se han mantenido a través del ímpetu de ciertos personajes. Si no hubiera sido por ellos, la desaparición hubiera sido eminente.  

Y entre esos sitios está el Museo de la Medicina, que, desde sus cimientos hasta su conformación como lugar histórico, a pesar de las limitaciones, sigue vigente en lo que fue alguna vez el hospital San Vicente de Paul.  

No obstante, a veces la buena voluntad y el frenesí del anhelo no son suficientes para sacar adelante un proyecto; se requieren apoyos y trabajos en conjunto, y eso lo ha tenido claro la Sociedad de la Historia de la Medicina del Azuay, cuyos integrantes, desde hace décadas, impulsan y buscan los recursos para que los recuerdos del pasado se mantengan.

Uno de los últimos alcances de la sociedad, tras una serie de solicitudes y trabajos realizados en el último año, es el estudio y la intervención del Museo de la Medicina, un lugar que a veces pasa desapercibido por la propia ciudad, y que, sin embargo, guarda tesoros para aquellos que están involucrados con la salud.

El 19 de julio, la coordinación de la zona 6 del Ministerio de Salud, el Municipio de Cuenca y la Sociedad de la Historia de la Medicina del Azuay firmaron un convenio tripartito para elaborar los estudios de conservación e intervención de un museo que funciona en un espacio levantado hace más de un siglo.

Se espera que el espacio histórico se intervenga en los próximos meses. Andrés Mazza/El Mercurio

La idea y el objetivo es que, primero, se conozca la situación actual del sitio que alberga alrededor de 10.000 piezas relacionadas con la medicina que se desarrolló en Cuenca, para luego hacer una intervención.

“Los espacios físicos donde funciona el museo están deteriorados. Necesitan una intervención, una remodelación, un mantenimiento. La sociedad no cuenta con fondos, el Ministerio de Salud tampoco tiene fondos para este tipo de cosas”, explicó Hugo Calle, presidente de Sociedad de la Historia de la Medicina.

Ante esa realidad, se gestionó para que el Municipio de Cuenca, a través de su dirección de Áreas Históricas, se comprometa a hacer un estudio de rehabilitación, restauración y conservación del museo que mantiene abierta sus puertas gracias al trabajo de Cecilia Castro, quien cumple múltiples funciones por la limitación económica del museo.

Aun así, Castro y la sociedad siguen buscando alternativas para que el espacio continúe recibiendo a los visitantes.

Entre esas alternativas, según Saúl Chalco, integrante de la sociedad, está la creación del primer jardín botánico gerontológico.

“Siendo el país muy rico en el asunto herbáceo, en las hierbas medicinales, queremos que allí sea la creación de una muestra con las hierbas medicinales y otras que nuestra ciudadanía conoce. Este espacio será manejado por nuestros adultos mayores de la ruralidad que bien conocen junto a nuestros técnicos”, dijo Chalco a diario El Mercurio.

Mientras tanto, el museo continuará trabajando con el aporte de Cecilia Castro, quien, a diario, guía a los visitantes por las piezas que cuentan la historia de la medicina cuencana y azuaya. (I)