Le vorágine del diario vivir nos llena de ocupaciones, preocupaciones, presiones, dubitaciones, pero por sobre todas las cosas, de una presión amplia y grande que reposa sobre nuestros hombros cuando sabemos que se tiene que enfrentar alguna situación específica y exógena que atañe nuestro diario vivir, sin embargo, si se tratase de tan solo una condición que nos inunda abruptamente, podríamos hablar de espacios medianamente llevaderos. Mas en los contextos actuales de comunicación globalizada, en donde predominan las tecnologías de la información, en los cuales con tan solo un leve movimiento de un dedo podemos comunicarnos con el otro lado del planeta, en donde existen condiciones abrumadoras de información y en donde también hemos perdido ese tacto humano que solía existir al momento de mantener conversaciones frente a frente, se ha venido gestando una condicione muy particular que atañe a cual ser humano pretenda salir de la caverna del pasado y se inserte en la nueva sociedad.
A estas nuevas culturas a las cuales nos estamos adentrando se las debería denominar como las del yoismo y unilateralismo absoluto, toda vez que cada vez se vuelven más frecuentes las invenciones de dispositivos individualizados como un teléfono móvil “inteligente” una consola de video juegos y una estación de trabajo moderna. Quienes somos meros testigos del cambio tecnológico que enfrentamos debemos auto consultarnos, si ese es nuestro futuro que queremos enfrentar. (O)
