Huascachaca

Aurelio Maldonado Aguilar

Pasaron 60 años ya. Éramos párvulos que nos educábamos en el pensionado Borja, que se valía de misas diarias intrascendentes y tediosas, profesores bondadosos y uno especial, que no quiero recordarlo, que nos castigaba con una regla en la que atravesaba una tachuela, la que nos hincaba cuando él creía que habíamos cometido algún pecado. Hoy, aquellos cándidos niños somos la mayoría abuelos, unos barrigudos, otros calvos y todos con la escarcha blanca en las cienes y los surcos de la vida en nuestras caras, más seguimos unidos en una hermandad maravillosa y nos juntamos felices y risueños muy frecuentemente para burlarnos del tiempo que no hace mella en nuestras almas. El viento de la vida nos espolvoreo en muchas direcciones. Doctores, ingenieros empresarios, arquitectos y un sin número más de vocaciones, pero ya que hablamos de viento y huascachaca, diré que Hernán Carrillo y Carlos Duran, dos de esas guaguas de la escuela, fueron gerentes generales de EERCS y de ELECAUSTRO y se preocuparon de llevarnos a las diferentes centrales hidroeléctricas y como no, a huascachaca donde en compañía de sol agua y desierto, supimos asimilar sus explicaciones peritas y honestas en medio de algarabía. (pusimos siempre cuota para la buseta y los sánduches de pernil de medio día y lo aclaro para que no se le ocurra a algún borrego decir que hubo corrupción) En el Azuay y Ecuador nació y creció, junto con nosotros, una de las empresas más eficientes y honestas, donde autoridades principales de enorme criterio y recato le dieron luz y prestigio, como Antonio Borrero V, que está siendo maltratado por una recua de infames, que ayudados por el centralismo absorbente, pretenden tomarse por asalto una entidad 100 % cuencana. Huascachaca es el botín, pues es un lugar increíble solo conocido por nosotros los australes y nuestros ancestros (cosa que les falta pues a duras penas conocen a su madre) donde corrientes cálidas de la costa, serpentean los meandros y quebradas del Jubones, para maridarse con los fríos vientos de Irquis y el Portete y como en todo matrimonio surgen vendavales, en este caso beneficiosos, que mueven inmensas aspas de 72,5 metros repartidos en 14 aerogeneradores de 90 metros, que permiten dotar a 90.000 hogares de energía limpia y sin contaminantes, tan solo con el soplo del viento que silba mientras pasa. Cuenca levanta su voz en un masivo homenaje de respaldo a nuestro amigo Antonio Borrero V, ante el atropello del que es objeto. Cuenca tiene que pedir enérgica y frontalmente, su empresa eléctrica, donde personajes valiosos pusieron su hombro, mente, honestidad y esfuerzo. (O)