“Tengo buen pulso, solo que soy cafetero y a veces empiezo a temblar”, bromea Xavier Arízaga, refiriéndose a las cualidades que poseen los modelistas.
Además de controlar los pálpitos se caracterizan por cuidar cada detalle y tener mucha creatividad, paciencia y pasión para “plasmar la historia en un modelo”.
Xavier, representante de la Asociación Cuencana de Maquetismo (ACMA), explica que esta actividad consiste en crear a escala una representación tridimensional de algún evento “lo más apegado a la realidad”, pudiendo ser aviones civiles, militares, dioramas, viñetas, vehículos civiles, blindados, etc.
Él, por ejemplo, empezó a armar el kit de un avión C-130J Hércules, con características propias de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Estima que dicho proceso le tomará cuatro meses, dedicándose seis horas diarias a esta labor.
“Tuve la oportunidad de volar en la cabina con los pilotos de la Fuerza Aérea y me explicaron los procedimientos que realizan, como el lanzamiento en paracaídas”, cuenta.
Esta experiencia personal le servirá para armar su proyecto. Inicialmente trabajará en bajar los relieves que presentan las diferentes piezas.
A la par trazará líneas para simular el panelado del avión, que tiene una escala de 1:48, es decir 48 veces más pequeño que el real.
También colocará cableado y elaborará aparatos muy pequeños como: indicadores de combustible, manómetros y medidores de presión, que no vienen incluidos en los kits. Una labor impresionante.
Arízaga, próximo a cumplir 37 años, cuenta que estos milimétricos elementos son hechos generalmente con materiales de plástico reciclado, cartón, servilletas, etc, basados siempre en bosquejos y planos.
Para este fin utiliza singulares herramientas que incluyen implementos de odontología. Aquí entra en juego la creatividad.
Al interior también trabajará en el fondeo del avión con color “yellow draft” y después metalizado. Adicionalmente, creará unos desconches (retiro de enlucido o revestimiento) para aparentar el desprendimiento de pintura.
Como parte de su creación también colocará oleos o colores pasteles para dar el efecto de óxido, técnicas les aprendió de sus colegas y también buscando información en internet.
La pasión de Xavier por el maquetismo prácticamente nació cuando era niño, ya que su abuelo materno y paterno construían barcos de madera y aviones a escala. “En mi familia mucha gente era artesana”, dice con orgullo.
La sala de su departamento, donde celosamente exhibe sus medallas y mejores maquetas, protegidas por una urna de vidrio, delata el amor y la dedicación que le pone a este “hobby”.
Estas urnas protegen las obras del dañino polvo y de sus juguetones gatos, pues sus sobrinos pequeños saben que no son juguetes.
Los niños respetan estas maquetas, a diferencia de adultos que siempre tratan de manipularlas, por más que coloque letreros explícitos de “No tocar”.
Arízaga, quien se desenvuelve como supervisor de proyectos en la constructora Ejeproy, muestra con orgullo uno de los trabajos que forman parte de su colección: un avión Messerschmitt Bf 110 Destructor, utilizado por los alemanes en la segunda Guerra Mundial.
“La falta de agilidad en el aire fue su principal debilidad. Esta falla quedó expuesta durante la batalla de Gran Bretaña y se redistribuyeron como cazas nocturnos”, sostiene con mucha sabiduría y seguridad como si fuera una especie de enciclopedia humana.
Estos y otros conocimientos adquiridos le sirvieron para construir dicho modelo en el año 2013, que incluía un llano electroestático para simular la escena, cuidando hasta el más mínimo detalle como cinturones de seguridad, lo que le permitió alcanzar el primer lugar en el VIII Concurso Nacional de Exhibición de
Maquetismo.
Con ese mismo brillo en los ojos y una amplia sonrisa, Xavier indica otra maqueta. Se trata del avión North American AT-6G Texan, que para construirlo tuvo que realizar varios estudios.
“En total llegaron cuatro unidades de Estados Unidos a Ecuador el 21 de febrero de 1943, piloteados por el mayor Bayardo Tobar, capitán Bolívar Pico y los tenientes Manuel Serrano y Alberto Morán, liderados por el teniente coronel Alex Pendleton”, acota.
Por este trabajo, que tiene instrumentos diminutos como pedales y la bomba de combustible, obtuvo la medalla de bronce en el concurso organizado por el Grupo de Historia y Modelismo Ecuatoriano.
A estas “joyas” se suma la maqueta del avión F-47N Thunderbolt, considerada una leyenda en Nicaragua y Guatemala, que presenta un corte para observar el motor de ocho cilindros.
Entre otros detalles se evidencia un perrito, pues las mascotas solían divagar en medio de estas naves ante la ausencia de sus amos que eran pilotos y morían en sus misiones, recuerda.
Conocimientos
Arízaga, ingeniero industrial con una maestría en manufactura y diseño asistido por computador, comparte que siempre le interesó la aeronáutica y exploración espacial, pero lamentablemente en el país no hay ofertas en este tipo de carreras, por lo que personalmente se dedica a estudiar la historia de aviación y otros temas de su interés como el imperio inca, imperio romano, que le han servido para concebir sus maquetas. “Trato de plasmar toda la historia en el modelismo”, destaca.
Cada día hay más adeptos
ACMA se formó hace 31 años, a través de un grupo de amigos que compartían una misma pasión: el plastimodelismo y las embarcaciones de madera.
En 2014 se hicieron las gestiones para adscribirse a la International Plastic Modelers Society (IPMS). Desde ese entonces se rigen a sus reglamentos para calificaciones y concursos.
El maquetismo ha ganado muchos adeptos en Cuenca con el paso del tiempo. Actualmente son 30 miembros de ACMA. Entre ellos hay algunas damas como Elizabeth Molina y Mariuxi Orellana.
Mariuxi, de 36 años, es coleccionista de autos a escala desde pequeña gracias a su padre Diego, quien también le heredó su afición por el rally y la Formula 1.
Por tal motivo se inclinó a crear sus propias obras, a través del maquetismo, desde la perspectiva de una mujer, dice.
La arquitecta de profesión se dedica más a construir modelos de autos, principalmente de la marca Ferrari, pero recientemente asumió el reto de construir el transbordador espacial Atlantis, por pedido de su sobrino.
A parte de ACMA también existen otras agrupaciones en Cuenca, como es “Escuadrón Colibrí”.
Kits, herramientas y catálogo
Hoy en día distintas tiendas virtuales ofertan kits, artículos, herramientas y catálogos para armar maquetas, que antes solamente se vendían en pocos lugares en Cuenca, entre ellos: los comerciales Moyano y Ofertas, y en la tienda Juguetón.
Carlos Pozo, gerente de Hobby Cuenca, menciona que desde hace cuatro años prestan sus servicios de compras “online”; sin embargo, debido a la gran demanda en la ciudad inaugurarán un local en octubre próximo.
En este espacio, ubicado en el Centro Histórico, se creará un área para asesorar a personas nuevas o experimentadas en esta actividad.
A parte brindarán una gran oferta gastronómica, con el fin de que los maquetistas compartan y se sientan a gusto en un lugar adecuado para ellos.
De acuerdo con su base de datos, tienen registrados 500 clientes a nivel nacional, número que se incrementa cada día.
Hobby Cuenca, además, cuenta con un Models Fans Club, conformado por 80 personas, quienes tienen una serie de beneficios. (JMB) (I)
ALGUNAS CIFRAS
3 kits para armar tiene comprados actualmente Xavier Arízaga, y 15 maquetas armadas, principalmente de aviones y vehículos blindados militares.
10 dólares, es el precio mínimo de una maqueta de aviones a escala 1:144. Hay modelos de diferentes tamaños y valores.
33 aviones a escala, entre 1:48, 1:72 y 1:144, llegó a tener Xavier Arízaga, pero las regaló para que las personas conozcan sobre el maquetismo.
300 a 400 dólares pueden llegar a costar una maqueta ya trabajada a detalle, siempre y cuando el modelista decida venderla.
MÁS DETALLES
– Xavier Arízaga obtuvo su primer premio en el Festival Novato 2008, con el Airbus A340-400, de la Orquesta Filarmónica de Viena, en escala 1:144.
– Las personas interesadas en conocer sobre el mundo del maquetismo pueden visitar las redes sociales de ACMA Cuenca.
