Llacao promociona Camino del Inca y la meseta del Pachamama

Esta parroquia rural, ubicada al noreste de Cuenca, es un potencial lugar turístico poco explotado.

La huella del empedrado del Camino del Inca se mantiene, gracias a la intervención de los moradores del sector. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Caminar, mientras respira aire puro y disfruta de impresionantes paisajes como el Qhapaq Ñan o Camino del Inca y la meseta del Pachamama (El Tablón), es la propuesta del Gobierno Parroquial de Llacao para los turistas.

La aventura inicia en la plaza central, donde, a primera vista, sorprende su iglesia que se encuentra junto a un convento antiguo, actualmente en remodelación.

La travesía a pie dura media hora aproximadamente. Aquí se observan casas de adobe y teja y puestos de comida típica como el sancocho, cascaritas, fritada, cuyes y pollos asados.

Para brindar una mejor atención a los turistas, los emprendedores fueron capacitados por el Instituto Sudamericano y la Empresa Municipal de Desarrollo Económico de Cuenca (EDEC).

“Nuestra parroquia todavía conserva esa esencia de ruralidad, se mantiene la vivienda aislada, no hay densificación poblacional…Esa percepción es la que queremos mantener y brindarles a los visitantes”, expresa Walter Quito, vocal de la Junta Parroquial de Llacao.

La atención se centra en las grutas de San Lucas, patrono de Llacao, y Ripichala, también conocida como de la Inmaculada Concepción. Esta última se levanta imponente en una colina adyacente de 100 metros.

Gruta de Ripichala o también conocida como de la Inmaculada Concepción vista desde el centro parroquial. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Quienes se animan a subir los 110 escalones que hay en el lugar tienen su recompensa: observar a Cuenca desde otra perspectiva. En este balcón natural se construyeron dos plataformas.

Las casas patrimoniales de Llacao llaman la atención por su arquitectura. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Los caminantes recorren una vía principal de tierra que les conecta con Déleg, cantón de Cañar (utilizada frecuentemente por los ciclistas), antes de adentrarse por una trocha de piedra de aproximadamente 300 metros que corresponde al Camino del Inca. La ruta forma parte del proyecto “Cuenca Ciudad Aventura”.

Al cruzar el sendero, que está debidamente señalizado, el trino de las aves acompaña el recorrido.

El camino, inventariado por el Instituto Ecuatoriano de Patrimonio Cultural, fue rescatado gracias al apoyo de los moradores de la parroquia y algunos colectivos ecológicos de la provincia, quienes han realizado mingas de limpieza para ponerlo a disposición de los turistas.

“La huella característica del Camino del Inca ya se estaba perdiendo, al no existir una guía de ejecución, a pesar de que la gente le tiene ese sentido de pertenencia”, cuenta Walter Quito.

Como parte de los trabajos comunitarios se han plantado algunos árboles, como alisos, capulíes y nogales.

El funcionario hizo un llamado de atención a las personas que visitan este lugar y arrojan basura, desperdicios y hasta desalojos en las quebradas: “Es un problema muy grande con el que debemos lidiar cada día. Imagínese que una vez sacamos 150 sacos de deshechos”.

La ruta es recomendada para niños y adultos. En esta pared se piensa implementar una pared de escalada. Xavier Caivinagua/El Mercurio

En esta ruta, calificada como familiar, porque no tiene un alto nivel de dificultad, se observa abundante vegetación y el olor a eucalipto invade las fosas nasales. Prácticamente es un reencuentro entre los pulmones y el aire puro.

La principal recomendación que Quito hace es traer zapatos cómodos y disfrutar al máximo. “Vengan con su celulares o cámaras, les prometo que no se arrepentirán. Seguramente sacarán buenas fotografías desde las partes altas de nuestras montañas”.

Al coronar el Camino del Inca se llega a la planicie de la Pachamama, donde existe una mancomunidad interprovincial que se firmó en el 2015, entre Azuay y Cañar. Desde aquí se puede ver diferentes cerros y lugares como: Guagualzhumi, Cojitambo, Cuenca y Borma.

Los turistas pueden disfrutar de un paseo en bicicleta por la Pachamama. Xavier Caivinagua/El Mercurio

“El Municipio de Déleg tiene un proyecto. Nosotros también hemos planteado a nuestro alcalde (Pedro Palacios) que se genere uno, obviamente respetando las condicionantes de patrimonio y naturaleza”, añade el vocal de la Junta Parroquial.

En este lugar se encuentra un refugio, que inicialmente fue concebido como una iglesia. A un lado se halla una cruz de piedra que tiene cerca de 70 años de antigüedad.

Artesanías

Llacao también es una tierra de artesanos, quienes todos los miércoles se autocapacitan con el fin de convertir a la parroquia en una marca.

La principal actividad es el tejido de sombreros y Teodora Quizhpe es su principal referente.

Ella cuenta que le entregan la paja toquilla desde Manabí para luego procesarla. Primero la seca al sol por un día y medio, luego la lava y la coloca en el cajón de azufre para sahumar. Finalmente, el material es clasificado por pequeño, mediano y grande y lo vende en la Feria Libre a las tejedoras.

Las sombreros de paja toquilla son característicos de la parroquia. Teodora Quizhpe es su principal referente. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Doña Teodora, que se dedica a esta labor desde hace 30 años (actualmente tiene 56) también teje sombreros. Se tarda entre un día y un día y medio en confeccionar uno, dependiendo de la hebra. (I)

ALGUNAS CIFRAS

15

minutos es el tiempo que se hace en transporte privado desde el centro de Cuenca a Llacao y 30 en servicio público.

5.500

pobladores se registraron en el último censo realizado en esta parroquia. Pero se estima que actualmente bordean los 8.000.

MÁS DETALLES

-En una pared de roca del Pachamama se piensa abrir una ruta de montaña para la escalada. Solicitan asesoramiento de la Federación Deportiva del Azuay.

-Las fiestas de Llacao se celebrarán el 16 y 17 de octubre en honor a San Lucas, patrono de esta parroquia rural de Cuenca.

-La vialidad en la parroquia de Llacao no es la mejor, por lo que las autoridades locales hacen un llamado al Gobierno Provincial.

-La línea 28 llega al centro parroquial de Llacao. Mientras, la línea 31 accede hasta Santa María, una comunidad cercana de la parroquia.