Cuba somete a referendo el matrimonio igualitario y gestación solidaria

La Habana (EFE).- El referendo sobre el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas del mismo sexo y la denominada gestación solidaria, entre otros asuntos, comenzó hoy domingo 25 deseptiembre, en Cuba en los 24 mil colegios habilitados.

El primer referendo a una ley específica que se realiza en Cuba desde el triunfo de la revolución en 1959 inició a las 07.00 hora local (11.00 GMT) y finalizará a las 18.00 horas (22.00 GMT), según el cronograma presentado por las autoridades electorales.

El resultado definitivo se difundirá cinco días después, será vinculante y requerirá de una mayoría simple: más del 50 %, ya sea a favor o en contra. Está previsto que la Comisión Electoral Nacional (CEN) avance resultados preliminares este lunes.

Antes de ser aprobado en julio de este año por la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), la versión 25 de la norma fue ampliamente consultada entre febrero y abril en 79.000 reuniones por barrios y municipios.

Este es el único proyecto que irá a referendo entre las 70 normas jurídicas actualizadas con la nueva Constitución, a diferencia de otras leyes como el Código Penal. Además, está publicado en la Gaceta Oficial desde el 22 de julio de este año.

Aunque los temas considerados más polémicos son el reconocimiento del matrimonio igualitario o la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan adoptar , el vasto paquete legislativo regula también la responsabilidad parental y la denominada gestación solidaria.

El Código de las Familias propuesto menciona la violencia de género, prohíbe el matrimonio infantil y ampara la comunicación entre los abuelos y nietos en caso de divorcio.

Abarca otros cambios en el contexto familiar como evitar que los agresores domésticos puedan pedir la custodia de sus hijos, el reparto de los bienes e incorpora a las madrastras y padrastros como tutores.

El Gobierno cubano y todo el aparato estatal han realizado una intensa campaña a favor del «sí» en medios oficiales y redes sociales.

No ha habido una campaña articulada en contra del texto, aunque opositores, activistas y algunas instituciones han abogado principalmente en redes por la abstención o el «no». EFE