¿Quién utiliza a quién?

Juan F. Castanier Muñoz

En la primera mitad del siglo pasado, los liberales, y un poco más tarde, los socialistas ecuatorianos, se quejaban permanentemente de la influencia clerical en las inclinaciones políticas de la población. Acusaban a los curas de imbuir, sobre todo en ciertos estratos sociales del campo y la ciudad, para que se vote a favor de los conservadores, habida cuenta que se trataba de tendencias políticas afines a la iglesia. En la década de los setenta, tomó fuerza la teología de la liberación en Latinoamérica y con el impulso del concilio Vaticano II y de pastores visionarios como el obispo brasileño Herder Cámara, la opción de la iglesia por los pobres hizo que los púlpitos cambien su “color” y una nueva cochada de sacerdotes jóvenes comenzó a promover ideas que, si bien tenían un inminente contenido social, no pudieron evitar su vinculación con partidos políticos de izquierda. Los mismos estratos sociales que años atrás habían sido empujados hacia la derecha, dadas su estructura económica y cultural, comenzaron a ser movidos hacia la izquierda, y por supuesto, sus votos que teóricamente habían sido utilizados para favorecer a un sector político, eran utilizados ahora para favorecer a otro sector ideológico.

A fines de la década de los ochenta se produce la primera movilización indígena a nivel nacional. Van surgiendo luego la CONAIE, la FEINE, la FENOCIN, la Ecuarunari, el partido Pachacutik, y cierta dirigencia indígena ve con buenos ojos las posibilidades de su participación política. El manejo y control de las juntas de agua, de los afiliados del seguro campesino, las comunas y lo que llaman “las bases” comunitarias, constituyen herramientas inmejorables para sus movilizaciones.

Cierta dirigencia indígena intenta aparecer como democrática, pero se trata de una democracia absolutamente ficticia, los argumentos vienen de un solo lado y las decisiones aparecen como resueltas por una asamblea pero las toma la cúpula. ¿Se está utilizando otra vez a los indígenas, pero ahora ya no a través de los púlpitos sino de asesores extranjeros, discursos extremistas y con una clarísima orientación ideológica?   (O)