Conspiración S.A.

Gerardo Maldonado Zeas

Es indignante haber entregado la educación intercultural bilingüe al grupo de Iza y sus secuaces con “autonomía completa, orgánica y política”. Ahora podrán adoctrinar a los niños y jóvenes conforme a su proyecto violento con los postulados Mariateguistas, para hacerles jugar a la “guerra popular”.

La CONAIE no dialoga sino amenaza, la beligerancia de Iza es una bomba de tiempo que suena a pasos más acelerados para reventar en algún momento, cuando se precise desestabilizar el país.

En este afán se activan los correístas, socialcristianos, el ala rebelde de los partidos que crearon el escenario para bendecir el conflicto y quedarse de espectadores lanzando la piedra y escondiendo la mano.

¿Cuántos pactos oscuros se estarán cocinando en esta trilogía del mal de Correa, Nebot e Iza? El más visible, la salida del presidente Lasso; luego con el CPCCS, organismo nacido con vicios y un pecado original enredado desde la gestación de la Constitución revolucionaria de Montecristi, que de participación ciudadana no tiene un ápice; en este organismo pretenden tomarse el Consejo de la Judicatura para poner a los jueces de sus sueños, y marcar a la impunidad como el mejor de los trofeos.

Allí buscan la cabeza de la Fiscal Salazar, el manejo del CNE y las superintendencias de control.

Y la Contraloría que, con todos sus vicios, y tardanzas en la revisión de los temas públicos, tiene mucha información valiosa, que de ejecutarse los informes de los exámenes especiales como debería ser, algunos ausentes ya de la cosa pública, y otros que siguen tendrían problemas de bulto.

La Asamblea Nacional, es otro de los actores de la revuelta. Sus pasos han sido de un ajedrez de alto nivel. Sacaron a la presidenta Llori, y pusieron a Saquicela, luego trabajaron con minuciosidad la salida de la vicepresidenta Guamaní, para colocar a la ultra correísta Holguín, y de ladito “Baby” Torres del PSC trepó como vocal del CAL.

Crearon una comisión especial al margen de ley para tratar el femicidio de María Belén Bernal, dar la estocada final a la Policía, a los ministros del Interior, Gobierno y Derechos Humanos, y asestar un duro golpe al presidente Lasso.

El 6 de octubre, instalaron la “mesa interinstitucional de seguridad”, a la cual no asistió el gobierno; otro canto de sirenas al que está acostumbrado este populismo legislativo de bajísimo nivel.

Por eso las elecciones de los asambleístas deberían ser en la segunda vuelta electoral, para ver si así mejora en algo esta paupérrima representación del primer poder del Estado y al fin dar gobernabilidad al Ejecutivo.

La ignorancia también es el caldo de cultivo de la conspiración. (O)