Violencia imparable.

Luis Muñoz

Luis Muñoz Muñoz

Los femicidios, las muertes violentas, los asesinatos en las cárceles del país, son noticias destacadas y de primera plana, con lo cual le estamos haciendo un flaco favor a la imagen internacional del País y con ello estamos matando el Turismo por que quienes antes venían a vacacionar desde el extranjero ahora no prefieren Ecuador, por ser un país donde la seguridad social es una quimera, parece que el crimen, la violencia y el narcotráfico ha puesto de rodillas al Gobierno, que se ve absolutamente impotente para poner orden y controlar la violencia donde ésta se presente.

Las autoridades Gubernamentales o no quieren actuar o les falta “pantalones” para hacerlo por lo que estamos permitiendo que ésta escalada de toda clase de crímenes vaya en aumento, las estadísticas son alarmantes en lo que tiene que ver con delitos de “sangre” que van de la mano del narcotráfico, que ha encontrado el verdadero paraíso para continuar con el contrabando, el tráfico de armas y sustancias sujetas a fiscalización, podemos entonces asegurar que unos cuantos descalificados moralmente han amasado inmensas fortunas, mientras que el común de los ciudadanos que trabaja de “sol a sol” con salarios de hambre, que les alcanza para apenas poder subsistir el día a día.

El presidente Lasso, en su campaña electoral nos prometió redimir la Patria, hacer un país habitable para los ecuatorianos, una justicia social con libertad, mejorar los niveles de vida de los conciudadanos, gozar de una atención de salud preferente y velar fundamental mente por los grupos vulnerables entre ellos, mujeres, niños y ancianos, dijo que la riqueza será repartida equitativamente, que los artículos de primera necesidad no subirán de precio, igual que el combustible y los carburantes, descorreizar los órganos de Gobierno, eliminar el Consejo de Participación Ciudadana, eliminar el examen para el ingreso a las universidades de los jóvenes estudiantes con el fin de que se profesionalicen en las carreras que les guste y sean de su agrado, ofreció impulsar la agricultura y la ganadería, no concesionar la minería en regiones donde su explotación pueda afectar el agua fuente vital para la supervivencia de los pueblos, es decir que nos pintó un país maravilloso y por eso todos los ecuatorianos le creímos y la gran mayoría consignó el voto en las urnas por ésta opción, más en la actualidad estamos viendo que no cumple ni con el plan de Gobierno, peor aún con sus ofrecimientos, y ello puede ser el motivo para que el pueblo en la misma forma que lo llevó al solio presidencial lo destituya.

La delincuencia está ganando la batalla al propio estado ecuatoriano, sin embargo no se revisan estrategias y tácticas que se emplean o deben emplearse en este verdadero tormento que vivimos porque no nos sentimos seguros en ninguna parte, la muerte está al acecho por la miseria en la que nos debatimos.

Los motivos son diversos que se usan para arrebatarles la vida a otros seres humanos, entre ellos la disputa de zonas o territorios por el negocio del micro y narcotráfico, el asalto en las calles y domicilios para sustraerse bienes que les permitan subsistir, el desempleo y la extrema pobreza en la que se debaten la mayoría de nuestros compatriotas.

Estamos ubicados en un nivel de inseguridad, porque nadie está libre en ciudades, cantones, parroquias y hasta caseríos, esta situación ya es incontrolable, las mafias lo han puesto al Gobierno contra las cuerdas y la falta de energía es evidente, prefieren hacerse los desentendidos antes que actuar con todo el poder y rigor que tiene el estado. Esto no se resuelve con estados de excepción o con sacar a los militares de sus cuarteles, el problema es más de fondo, tiene aristas alimentadas por la delincuencia ya la cuestión es de estructuras, si éstas no se enmiendan a corto plazo todos tendremos que lamentar la supervivencia, de un Estado fallido. (O)