Debatir en serio

Si más allá de las ideologías, de los intereses particulares y de grupo; de las conveniencias y hasta de las animosidades políticas, en el país se debatiera a fondo los graves problemas, otro sería su destino, si bien no el óptimo.

Tras la entrevista dada por el presidente Guillermo Lasso al periodista Carlos Vera, varios asuntos de interés nacional quedaron flotando.

Por ejemplo, USD 4.100 millones anuales gasta el Estado en subsidiar combustibles. Sobre esto, el presidente propone un debate nacional. Debe dar el primer paso, pero en firme.

La mayor parte de los subsidios, no precisamente se destina a quienes de verdad los necesitan. Un cilindro de gas vale lo mismo para quien gana un sueldo básico como para quien calienta el agua de su piscina. Una similitud también aplicada a la gasolina y el diésel.

Pero esa realidad pocos la enfrentan. Si lo hace un gobierno, se convierte en un explosivo en su contra.

La pretendida focalización no ha dado los resultados esperados. Es una cuestión técnica, legal, no política. Bajo estas consideraciones, asunto tan complejo es una mecha por encenderse.

Bandas narcocriminales, de extorsionadores, con sicarios de por medio, tienen el país en vilo.

Con justa razón el país clama por seguridad.

Lasso habla de su Plan Integral de Seguridad. El país quiere pormenores, más allá del costo para aplicarlo: USD 5.000 millones. Es otro asunto de debate nacional, sobre todo de unión, sin mirar amigos ni enemigos políticos.

Los ecuatorianos debemos entender una cosa: la inseguridad no se subsanará de la “noche a la mañana”. Tampoco actuando solos; peor esperando todo del gobierno. Todo esto debe debatirse.

El país también requiere de una alta dosis de seriedad, de compromisos, de un fuerte liderazgo.

Lamentablemente, tras la referida entrevista muchos siguen refiriéndose a trivialidades, a los equívocos del presidente, al insulto, al “trolerismo”, al tal Alonso…