China inicia la venta de clobazam, anticonvulsivo hasta ahora inaccesible

El fármaco se utiliza para tratar la epilepsia y está en la lista de sustancias psicotrópicas de las autoridades chinas, lo cual había dificultado su comercialización en el país.

Los primeros lotes fabricados en China de clobazam, un fármaco anticonvulsivo que permanece catalogado como sustancia controlada, se pusieron este domingo 23 de octubre de 2022 a la venta en el país asiático, recogieron en las últimas horas medios locales.

La empresa farmacéutica local Yichang Renfu celebró este domingo una rueda de prensa para anunciar la salida a la venta del medicamento a un precio de 84 yuanes (11,5 dólares, 11,7 euros) cada caja de 28 tabletas, informa el medio económico National Business Daily.

El fármaco se utiliza para tratar la epilepsia y está en la lista de sustancias psicotrópicas de las autoridades chinas, lo cual había dificultado su comercialización en el país.

La Comisión Nacional de Sanidad y la Administración Estatal de Alimentos y Medicamentos ya aprobaron el pasado junio la importación del medicamento y su administración en 50 hospitales para que los pacientes y sus familias pudieran comprarlo con una receta médica.

Hasta este año, las familias chinas que necesitaban el fármaco tenían que recurrir, frecuentemente a través de intermediarios especializados y en ocasiones enfrentándose a consecuencias legales, a su compra en otros países, donde su venta está permitida.

La alta demanda y la presión en redes sociales de familiares, que crearon la etiqueta «Nuestros hijos necesitan clobazam», provocó que la Comisión Médica y de Salud Nacional pusiese en marcha el año pasado una investigación para satisfacer la demanda de los pacientes.

Existen en China alrededor de 9 millones de personas con epilepsia, según el medio.

El Ministerio de Seguridad Pública declaró recientemente que China es el país con el control de drogas «más estricto del mundo» y con la mayor cantidad de sustancias prohibidas.

El narcotráfico en el país puede incluso acarrear la pena de muerte. EFE