Entre esperanzas y amenazas

Gerardo Maldonado Zeas

Cuando alguien dice que el país va creciendo en su macroeconomía, que se han generado 130.000 mil empleos nuevos, que la cifra de ventas de las empresas en general llegará a 200.000 mil millones de dólares en 2022, record histórico, generando tributos interesantes, entendemos que las decisiones tomadas por parte del gobierno en materia económica han sido correctas.

Cuando vemos que los negocios van reabriendo sus espacios de a poco, sentimos que la sombra de la pandemia de la Covid 19 tiene todavía sus rezagos, y que la crisis del 2020 y 2021 tardará en alejarse, en un país que, pese a todas sus inequidades, tiene una gente maravillosa que sigue al frente de sus emprendimientos, y busca nuevas formas de llegar a consolidarse en el mercado.

Desde el 20 de noviembre en adelante, el mundial de fútbol concentrará la atención de todos, y cuando éste se termine la navidad y el fin de año llegará, sin darnos cuenta. Será una nueva oportunidad para que las estrategias de comercialización se consoliden en todos los productos, y puedan ofrecer diversidad y diferenciación a los consumidores.

Pese a todo este aliento de mejoría, hay cuatro factores que provocan desasosiego en la ciudadanía: la inseguridad que no da tregua, y ha convertido a provincias como Esmeraldas y Manabí en zonas imposibles de frecuentar, sumadas a los crecientes brotes en todas las ciudades del país, pese a los esfuerzos del gobierno nacional para dotar de recursos humanos y materiales para combatirlo.

La amenaza del señor Gary Espinoza presidente de la FENOCIN, que anticipa un nuevo levantamiento porque no le dieron gusto en las “mesas de diálogo” para condonar las deudas de hasta 10.000 dólares, volviendo entonces a ese fantasma de los paros que son fenómenos que destrozan cualquier proyección de bienestar en la economía. Se perdió la cuenta de los costos con lo ocurrido en octubre de 2019 y junio de 2022, pero se estima que sobrepasaron los 6.000 millones de dólares.

El otro peligro, es mirar a algunos candidatos que han hecho profundo daño a varias ciudades como Quito andar orondos luego de que fueron destituidos de sus funciones, y a un pueblo como embrujado por el populismo y ese malhadado discurso de persecución política, lleno de congoja y solidaridad pretendiendo volcar los votos a estos individuos. Ahora se les ven andando muy juntitos a Yunda con su amigo íntimo Iza.

Y cuando no, la filosofía de obstrucción de la Asamblea Nacional convertido en el deporte nacional, para no permitir avanzar con los proyectos de ley que el gobierno del presidente Lasso requiere se aprueben, tales como la Ley de Inversiones y Reforma Laboral, indispensables para modernizar el país. (O)