Ecuador tiene un Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos y un Registro Único de Violencia (RUV), una herramienta que reunirá la información de nueve instituciones del Estado para atender casos de violencia de manera coordinada y prevenir feminicidios.
El presidente Guillermo Lasso firmó el decreto que crea el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos durante la ceremonia de lanzamiento del RUV, en cuya elaboración ha participado el Gobierno junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Iniciativa Spotlight, de la Unión Europea (UE) y la ONU. El evento se realizó este martes, 29 de noviembre de 2022.
El Ministerio de la Mujer ya había sido anticipado en septiembre por Lasso tras el asesinato de María Belén Bernal, cuyo caso se ha vuelto emblemático de la violencia contra las mujeres en Ecuador, al ser asesinada presuntamente dentro de la Escuela de Policía por su esposo, un agente que se encuentra prófugo.
Esta nueva cartera del gabinete de Lasso funcionará a partir de la actual Secretaría de Derechos Humanos y liderará el RUV, en el que también participan los ministerios de Interior, Educación, Salud e Inclusión Económica y Social, además de la Policía Nacional, la Fiscalía, el Consejo de la Judicatura y el servicio integrado de emergencias ECU 911.
El RUV servirá de punto de convergencia de datos de estas nueve instituciones y de sistema de información de víctimas de casos de violencia para prevenirla y evitar su revictimización, así como de base de estadísticas para alimentar el sistema de alerta temprana de femicidios y la coordinación de servicios de protección y reparación.
La actual secretaria de Derechos Humanos, Paola Flores, quien pasará a ocupar el cargo de ministra de la Mujer y Derechos Humanos, reconoció que esa cartera pareció una utopía por muchos años.
Flores aseveró que el RUV es «una herramienta única a nivel de América Latina, que además de evitar la revictimización nos permitirá proponer y generar políticas públicas, sobre todo en aquellos espacios que han sido históricamente marginados».
Desarrollo de ley
Por su parte, la representante residente del PNUD en Ecuador, Matilde Mordt, recordó que el RUV es parte de la Ley Orgánica Integral para la Prevención y Erradicación de la Violencia de Género contra las Mujeres que el PNUD ayuda al Estado a implementar.
«Sin duda, la violencia contra las mujeres representa un obstáculo formidable para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible, pues no sólo menoscaba y anula el pleno disfrute de los derechos de las mujeres, sino que deteriora gravemente las condiciones necesarias para el desarrollo humano», comentó Mordt.
«Erradicar la violencia de las mujeres es un reto colectivo. Debemos fomentar transformaciones estructurales de imaginarios y patrones socioculturales. Podemos desnormalizar este tipo de comportamientos y ayudar a que las mujeres puedan ejercer sus derechos de manera plena, y evitar que la violencia les siga interrumpiendo sus proyectos de vida», agregó.
Año trágico en muertes violentas
Asimismo, el embajador de la UE en Ecuador, Charles-Michel Geurts, se mostró «muy orgulloso» de unir fuerzas a nivel global con las Naciones Unidas a través de la Iniciativa Spotlight y que en Ecuador esto haya cristalizado en el RUV.
«Sin embargo, nuestros esfuerzos no cuentan si no alcanzamos a la juventud, es la juventud el factor de cambio de mentalidad. Necesitamos invertir en la educación», señaló Geurts.
Los registros de 2022 son el peor año de muertes violentas de mujeres desde que en 2014 se tipificó el delito de femicidio. Hasta el 15 de noviembre eran 272 feminicidios, según los datos de la Fundación Aldea y la Iniciativa Spotlight. De acuerdo al Consejo de la Judicatura, son 341 las muertes violentas, pero solo 70 consideradas femicidios. EFE
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