“Día de los Santos Inocentes”

Hugo Lucero Luzuriaga

Una fiesta religiosa que paulatinamente va convirtiéndose en pagana, siendo aprovechada para mostrar casi de cuerpo entero a seres humanos que generan inocentes (engañados), y que desdicen de su rol principal. El nombre de santos inocentes se remonta a hechos narrados en la Biblia en donde Herodes al saber el nacimiento de un posible Rey de los Judíos y al no conocer su paradero ordena matar a todos los niños menores 2 años en Judea, víctimas inocentes que pagaron el desquicio de un alocado por el poder.

La iglesia católica celebra esta fecha con devoción, al mismo tiempo que la sociedad ecuatoriana y específicamente la cuencana, da rienda suelta al buen humor y a la sátira. Aprovechando esta coyuntura el “Amista Club” y la Unión de Periodistas del Azuay (UPA), organizan cada año el concurso de comparsas y caretas con premios motivantes para ingeniosos personajes que desfilarán por las calles de Cuenca.  Creemos que luego de 2 años de pandemia, la ciudad se “volcará” a las calles para presenciar el desfile de las comparsas, mismas que motivadas por el antecedente de buena organización se preparan con antelación.

Sin presumir de adivinos, podemos casi que asegurar que en este desfile de inocentes aparecerán: el gobierno del “desencuentro”, los chistosos asambleístas que al unísono entonan la vida es más sabrosa cuando las vacaciones con “Cushqui” se incrementan, los peleones del CPCCS que están vendiendo el alma al mejor postor, los alegre jueces defensores de los condenados, los famosos líderes de las penitenciarías jactándose de sumar cada vez más autoridades a su “noble” causa, los audaces pilotos de varias “fórmulas” dicen que entrenado para las carreras por la alcaldía y la prefectura, el alcalde, la prefecta y otras autoridades mostrando tantas “cosas” y obras lindas que han hecho para inocentes; y un pueblo  víctima de nuevas enfermedades, ofrecimientos pueriles, engaños tramposos y desilusiones, ante nuevos Herodes que a todo nivel generan tantos “inocentes” que sería imposible que desfilen en su día por los caminos de la vida.

¡Es el día de los inocentes!… ¿ACASO DE NOSOTROS?… (O)