Bienvenido seas

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

Es en estas fechas donde todos hablan de las metas que tienen para el nuevo año.  Lo curioso es que sólo hablan de ello la víspera del año que termina o a principios del que empieza, y el resto del año, se les olvida. Por eso, los llamados propósitos para la nueva aventura de 365 días que comienza cada 1 de enero, no pasan de ser propuestas sin fondo, sin forma y sin compromiso, pues, en raras ocasiones, la gran mayoría las cumple a cabalidad.

Con frecuencia hacen declaraciones de buenas intenciones porque las costumbres enseñan que en estas fechas se las debe hacer. Pero de buenas intenciones no se vive. Y es que estas no se llevan a cabo porque no hay un compromiso real de la persona con ella misma. Porque, si lo hubiera, ¿por qué tiene que esperar el inicio del año para llevar a cabo sus proyectos? Si hay un compromiso real, cualquier fecha es buena.

La gente aprovecha los últimos días de diciembre para hacer un balance del año que está a punto de terminar. Recapitulan en lo que han hecho bien y en lo que deberían mejorar; en los momentos que les han dejado buenos recuerdos y en los que consideran como aceptables. También meditan en lo que les gustaría lograr y en los retos que les quedan por superar.

Por ejemplo, algo que deberíamos proponernos cumplir, por más que nos cueste un esfuerzo supremo-al comienzo es como subir una cuesta empinada, pero después de un par de semanas se siente como caminar en plano- es no dejar de ser nosotros mismos por complacer a los demás. No debemos autosabotearnos, bajo ninguna circunstancia. Mas sí debemos cultivar nuestra autoestima, que es una tarea que nunca acaba. Algo que resulta muy útil en estas fechas dentro del ámbito familiar, es hacer un listado de todos los logros que cada miembro adquirió el año anterior, intentando fortalecer esas cualidades positivas. Si lograron que cada uno realizara tareas dentro del hogar, o fuera de él, con extraños, conocidos o amigos, deben existir incentivos para que ese hábito continúe y se multiplique.

Al fin y al cabo, las etapas vividas y las que vendrán seguirán trayendo lecciones. Cada vez que aprendemos una, llega la siguiente. Nosotros decidimos si las vemos como un regalo que nos ayudará a crecer, o como un obstáculo que entorpecerá nuestro camino.

Bienvenido seas, 2023. A todos ustedes, les deseo un Feliz Año Nuevo. (O)