Consulta Popular (II)

Gerardo Maldonado Zeas

Respecto al tema del apoyo de las FFAA a la policía, los sociólogos propios, aquellos que se hacen una autoevaluación de sus vidas, niegan sin ningún análisis esta medida urgente para parar la violencia producida por el imperio del narcotráfico y de las bandas criminales.

Tampoco les gusta a los políticos que promocionan de frente el NO, solamente por el odio ideológico o de conveniencia, ocultando de manera poco convencional sus intereses obscuros.

Hay muchos países en los cuales trabajan las FFAA junto con la policía para promover la estabilidad, y la seguridad en la tan ansiada búsqueda de la paz a largo plazo.

En este año 2022 que termina las muertes violentas se han incrementado de manera sostenida en el país. Ecuador cierra el año con 4450 asesinatos, el doble de 2021 siendo Guayaquil la ciudad con un el más alto porcentaje de participación con cerca del 30%.

Pero en este análisis de búsqueda de la paz, ya no solamente son los organismos policiales y militares los encargados de manejar de forma exclusiva la tarea; se requiere una sociedad civil fuerte y organizada; una participación sostenida de las cámaras de la producción; el trabajo conjunto de los gobiernos locales con el gobierno central, porque seamos claros, la muletilla de que a las alcaldías no les corresponde la seguridad, es un cuento que se cae de maduro.

Un papel fundamental está en la clase política. No puede el país seguir en manos de discurseadores que buscan nada más que atizar el fuego para encender la inseguridad y torpedear la tan frágil institucionalidad del país.

Quienes están por el NO en esta pregunta, de seguro no somos los ciudadanos que buscamos la paz y tranquilidad de nuestras familias, vecinos, amigos y pueblo en general. A un poco más de un mes para la consulta popular, exigimos que quienes están en contra de buscar el acercamiento con soluciones para erradicar la violencia, den sus argumentos claros, permitan el debate, no solamente invoquen la ideología, queriendo hacer comparaciones antañas cuando se vivieron las dictaduras.

Una guerra frontal a todo tipo de violencia pasa por el gran y ordenado control de las manifestaciones que terminan en la muerte. La Justicia debe jugar el gran papel de asegurar que quienes cometen delitos, purguen sus penas a cabalidad. Imagínense una sociedad haciendo genuflexiones ante las sentencias u órdenes de liberación de delincuentes de elite, promovidas por jueces corruptos a quienes no les importa la suspensión de 90 días, o perder sus cargos, si el billete es más fuerte que la moral y la ética. (O)