Los rebeldes

Juan F. Castanier Muñoz

¡Increíble! Se necesitaron 14 rondas de votaciones para que la Cámara de Diputados del parlamento estadounidense haya podido nombrar a su presidente en la persona del republicano Kevin McCarthy. La razón de tal insuceso es que McCarthy necesitaba 218 votos para poder ser electo y solo contaba con 201 votos a su favor pues alrededor de 20 representantes republicanos, es decir, de la misma bancada de McCarthy, no estaban de acuerdo con apoyarlo. La cadena CNN ha denominado a este grupo de congresistas como “los rebeldes”, y claro, leyendo tal calificativo era imposible que no se me venga a la mente lo de nuestros “rebeldes criollos” que, para el caso ecuatoriano, se encuentran divididos en rebeldes de Pachacutik, rebeldes de la ID e independientes rebeldes.

Suspicaces analistas políticos han analizado rápidamente esta especie de “paralelismo” entre los “rebeldes” del congreso norteamericano y los “rebeldes” de la Asamblea Nacional del Ecuador, e indudablemente encuentran puntos importantes de coincidencia, como aquel de irrespetar las resoluciones mayoritarias. Lo que es más, han llegado a descubrir ciertos contactos virtuales entre lo que podríamos llamar los “south rebels” o “rebeldes del sur” y los “north rebels” o “rebeldes del norte”, a través de una serie de mensajes en los cuales expresan su descontento con determinadas decisiones partidistas y su deseo de mantenerse bravísimos e indóciles ante cualquier intento de imposición u orden.

Se sabe también que en un futuro no lejano, habrá un intercambio de “rebeldes”, es decir, que los “místeres rebeldes” podrán venir al país para realizar pasantías en la Asamblea y, asimismo, nuestro “rebeldes criollos” visitarán el Capitolio de Washington para aprender, entre otras cosas, como con solamente 18 votos se puede paralizar la designación de autoridades parlamentarias. Obviamente, se entiende que los parlamentarios escogidos para tan importante periplo se someterán a cursos de capacitación para aprender español e inglés, respectivamente. ¡Qué buenas noticias! Nuestros asambleístas “rebeldes”, en la mira internacional.  (O)