Radares, seguridad e increpación: así se desarrolló el debate entre candidatos a la Alcaldía de Cuenca

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Los nueve candidatos a la Alcaldía de Cuenca participaron en el debate.

Un partido de fútbol de varios equipos que no pudieron acercarse al arco, y que prefirieron “jugar” a la defensiva o por las bandas que no pasaron de la media cancha. Así se puede resumir el debate de los candidatos a la alcaldía de Cuenca.

Pero antes de un encuentro flojo, la reunión de los aparentes hinchas en los alrededores del espacio adonde, desde las 17:30, empezaron a concentrarse los debatientes.

La reunión tuvo que ser en la periferia de un cuadrado que fue custodiado por miembros de la Policía Nacional.

Con las vallas que se colocan para separar a los hinchas se limitó el paso en donde los candidatos, después de las 19:05, empezaron a responder las cuatro preguntas que estuvieron relacionados con la seguridad, la economía, el medio ambiente y la administración y gestión.

Por haber nueve candidatos, para que se desarrolle el debate, el encuentro se dividió en dos grupos.

En el primero estuvieron Pedro Palacios, Adrián Castro, Verónica Abad, Paúl Carrasco y Roque Ordóñez. En el segundo lo conformaron Jaime Moreno, Cristian Zamora, Omar Álvarez y Mario Castro.

Y, sin embargo, en ambos casos, todos se fueron por las ramas al momento de responder las cuatro preguntas. Unos más, unos menos. Con propuestas muy generales que no se acercaron a las preguntas que hizo el moderador.

De hecho, el moderador, en el primer grupo, llamó la atención a los candidatos porque ninguno había respondido a lo que hacía referencia la pregunta.

“Con infinito amor” de Ordóñez, la vuelta de la “leche” de Carrasco, la “reactivación económica” de Palacios, o el “yo hice” de aquellos que fueron funcionarios públicos que ahora están de candidatos. Todo eso formó parte de las palabras que más se repitieron en lo que, para muchos, no fue un debate.

En lo único que coincidieron los candidatos, que le dieron una y otra vez la vuelta, fueron en dos temas: la seguridad y los radares.

Y aun así no hubo profundidad, nadie se atrevió a ir más allá para llegar al arco. Más bien, como en las peleas de pareja, se dijeron lo mal que han hecho, a quién supuestamente están representando, al pasado.

Todo ello envuelto en un bucle del que nadie optó por salir para debatir con propuestas realistas. Con proyectos que transformen a un cantón que, si ayer esperaba tener aristas para saber por quién votar el próximo 5 de febrero, pues tendrá que esperar y seguir cuestionando a la persona que estará en la alcaldía de Cuenca. (AWM)-(I)