Una mirada interior a las casas patrimoniales de Cuenca

Estos lugares conservan auténticas joyas arquitectónicas como: cielos rasos, murales y papel tapiz, que fueron restaurados para utilizarlos con diferentes fines.

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El Hotel San Juan ocupa una casa patrimonial que conserva armoniosamente los detalles de antaño. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Se trata de auténticas joyas de valor incalculable. Las casas patrimoniales en Cuenca esconden en su interior particularidades como un baño suizo de cadena que data de 1879 y es considerado el primero de la ciudad en el estilo Niágara.

Paredes forradas con papel tapiz original, cielos rasos de latón repujados con gran precisión y pintorescos murales. Esas son algunas características que guardan celosamente estos espacios.

Las paredes de la Casa del Parque conservan su papel tapiz turquesa con figuras de pan de oro. Xavier Caivinagua/El Mercurio

En el interior de las antiguas viviendas pareciera que el tiempo se detuvo, gracias a los meticulosos trabajos de restauración que ayudan a conservar la identidad cuencana.

Algunas casas patrimoniales, incluso, han decidido abrir sus puertas de par en par a la ciudadanía, como un aporte al arte y la cultura.

Turismo, gastronomía y nuevos conceptos

Hoy se tiene la oportunidad de tomar un café, satisfacer su paladar, visitar una tienda de moda, entre otras actividades, mientras disfruta de la belleza arquitectónica interior de Cuenca.

Así, por ejemplo, la Casa del Parque (Luis Cordero y Simón Bolívar) sobresale en pleno Centro Histórico. Aquí se implementó un centro gastronómico, donde ofrecen desde una amplia diversidad de quesos hasta comida gourmet.

Para Anita Urgilés, restauradora y creativa, este lugar fascina a primera vista por sus características. Resulta impresionante que aún se conserve el papel tapiz original inglés, color turquesa con pan de oro, marca Crow.

También deslumbran los murales pintados en las paredes de la casa Republicana, en donde se reunían escritores, poetas, músicos, religiosos y políticos de esos entonces como Gabriel García Moreno.

“Fue un trabajo arduo. Desde el 2010, prácticamente estuvimos quintándole las enaguas porque tiene varias capas de pintura”, expresó Urgilés.

En este espacio, además, sobresale el moderno “Bar 1880”, que se fusiona con el tradicional “Salón del Té”.

La Casa del Parque, que abrió sus puertas al público en junio de 2020, mantiene sus vidrios originales de una línea, importados desde Bélgica, así como un baño de porcelana y una tina de marca Invictas. Además, un reservorio de agua.

El baño y la tina marca Invictas, que se encuentran funcionales, se conservan en la Casa del Parque. Xavier Caivinagua/El Mercurio

La ilustre Hortensia Mata adquirió este inmueble que empezó a construirse en 1880. Actualmente pertenece a Gladys Eljuri.

Nuevo concepto

La Casa de la familia Jerves Calero es otra belleza arquitectónica que prevalece en el Centro Histórico, empezando por su portal, que da hacia la calle Simón Bolívar, y sus encantadores balcones.

El inmueble fue construido en 1917 y perteneció a Darío Calero Illescas y su esposa Leonor Jerves Vega. Es la leyenda que se aprecia en un letrero informativo. María Esperanza Jerves es su dueña en la actualidad.

También se puede leer en dicho rótulo: “Hoy es uno de los más valiosos testimonios de una época de la bonanza de la producción y comercialización del cacao en la provincia de El Oro”.

Las características de la vivienda son singulares, destacando sus cielos rasos de latón repujado que fueron importados desde Francia.

Los cielos rasos de latón constituyen una de las principales características de la Casa de la familia Jerves Calero. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Igual se resaltan sus finos tallados de madera cubierta con pan de oro, que coronan los ventanales del salón principal.

Esta infraestructura, remodelada por completo hace cuatro años y medio, hoy es utilizada por Vatex, una empresa cuencana.

“Es una tienda que tiene cuatro pisos de moda, única y exclusiva, en pleno centro de Cuenca”, detalló Ignacio Idrovo, supervisor de Vatex.

Además, en la terraza se encuentra el restaurante Negroni, que goza de una vista privilegiada de la ciudad y sirve comida gourmet e internacional. Desde aquí se observa las azules cúpulas de la catedral de la Inmaculada y los techados de teja.

“Es una fusión única, una propuesta diferente. Nuestros clientes tienen la oportunidad de comprar en la tienda y luego degustar de una variada gastronomía, al puro estilo de Estados Unidos”, expresó Idrovo.

“Tres patios”

A menos de 200 metros del parque Calderón se encuentra el Hotel San Juan, otra casa patrimonial que cautiva con su belleza arquitectónica.

En la actualidad cuenta con dos plantas. La primera se empezó a restaurar en 2007 y fue inaugurada en 2010.

Esta casa colonial, ubicada en la calle General Torres, pertenecía a Hortensia Mata, indica Ana Cristina León, administradora del hotel.

Cinco años después, los propietarios de San Juan adquirieron una de las primeras cuatro casas de Cuenca, que se encuentra en la calle Simón Bolívar, para ampliar sus instalaciones.

Este espacio, que data de 1793, cuenta con un colorido mural y tres tradicionales patios, una particularidad que conservan pocas viviendas antiguas de la ciudad.

El Hotel San Juan presta sus servicios desde hace 12 años. Ahora cuenta con 40 habitaciones (incluidas suites presidenciales) y tres salones de eventos, entre ellos el denominado Versalles.

Así, los huéspedes pueden disfrutar de su estadía en una de las remodeladas casas patrimoniales de Cuenca. Para hacer una experiencia más real, sus instalaciones fueron provistas con regios muebles y espejos antiguos.

Hotel San Juan adicionalmente brinda una variada gastronomía, ya que recién inauguraron un restaurante gourmet. También ofrecen servicio de bar, cafetería, gimnasio, spa, masajes, entre otros. (I)