¡Ya decidí mi voto!

José Chalco

Como hay que ser de espíritu democrático, pensar en la ciudad, ser responsable con el camino y el futuro; yo, ya decidí por quién votar.

Es sencillito. Se puede ir por perfil, propuestas o incluso por descarte. Cualquiera de los métodos sirve. Al final, lo que trasciende o es importante, es por quién se vota para alcalde de Cuenca.

Usemos el método del descarte. Veamos. No se puede votar por un candidato recién aparecido o improvisado. Igualmente, no se debe votar por algún candidato que ofrezca obras fuera de su competencia como alcalde.

Sigamos. Se debe castigar en las urnas a quienes desconocen de la realidad de la ciudad y ofrecen cualquier idea populista con tal de obtener adeptos. Por ejemplo, no se puede votar por quien se dedica al insulto o a desprestigiar a otros candidatos.

Es importante a la hora de votar, dejar a un lado a quien proponga ejecutar obras contrarias a un planificador o urbanista, quien sostenga que hay que destruir lo alcanzado o lo que es necesario para el crecimiento ordenado, en respeto al otro y con visión de gestor, antes que de agitador de masas.

De hecho, no se puede votar por quien tenga en su agenda la idea de llegar al poder político local solo por vanidad. Tampoco se puede votar por quien no tiene nada de experiencia en el sector público y en la gestión política seccional. Igualmente, no puede ser alcalde de la Ciudad quien tenga un espíritu de revancha y no le importe las consecuencias de sus actos.

No se puede votar por quien parezca simpático o simpática y a la hora de la hora, esconde sus verdaderas intenciones.

Sí se debe votar por una propuesta con experiencia, seriedad, madurez, sensatez, planificación, alejada al populismo, serena y humana, que entienda de las necesidades urgentes de Cuenca, y no busque únicamente ofrecer una idea indebida que le lleve a “encontrarse” la alcaldía.

Es necesario un alcalde con voz, con pasión y honestidad para Cuenca. Yo ya decidí. ¿Y usted?