En 1969, en pleno auge del grupo ATEC, Edmundo Maldonado se entusiasmó con EL CUADERNO DE ORFEO, del gran poeta David Ledesma, y decidió realizar una lectura dramatizada, con Catalina Sojos, como Eurídice, y Oswaldo Éguez en el rol de Orfeo.
Los ensayos estaban bastante avanzados, pero hubo oposición interna en cuanto a la obra, exigiéndose que ya no se volviera a las experiencias poéticas anteriores, si no que se siguiera adelante con el teatro actuado. Se discutió mucho, y al fin ganó el último criterio, que predominaría hasta el fin de la historia de la Asociación.
Los tres amigos se sintieron muy frustrados, pero el más dolido fue Edmundo. En horas y horas compuse mi NUEVA CANCIÓN DE EURÍDICE Y ORFEO, y se la dediqué, con esa fraternidad que nos unió por años.
El poema, de estructura dialogal, permaneció inédito muchos años, aunque Edmundo lo popularizó entre algunos amigos, y le entregó una copia a Alfonso Carrasco, que escribió un prólogo magnífico. Alguna otra persona logró interesar a Fabián Landívar, que era el mejor dibujante de la época, y él realizó unas ilustraciones sumamente poéticas y delicadas, que han sobrevivido a través de casi medio siglo de la publicación del texto.
Esta ocurrió en 1975, gracias a la gentileza de Alejandro Serrano Aguilar, que era Alcalde de la ciudad, y me pidió una obra para editarla
Era mi primer libro, y apareció marcado por la que sería una tendencia en buena parte de mis publicaciones, la ilustración, de la que venimos hablando.
En 1977, vio la luz la primera edición de MARÍA JOQUINA EN LA VIDA Y EN LA MUERTE.
Poco tiempo después, una joven artista que egresaba de la Escuela de Bellas Artes, ilustró totalmente mi primera novela. Conocí el trabajo, que ella tuvo la gentileza de mostrarme, pero al poco tiempo la joven desapareció, nunca volví a saber nada de su esforzado trabajo.
En 1985, Juan Valdano dirigía la Colección Narrativa Ecuatoriana de Editorial Planeta. Me publicó dos libros, el uno, la colección de cuentos LAS CRIATURAS DE LA NOCHE. Ocho artistas lo embellecieron: Fernando de la Mora, Jaime Landívar, Manuel Tarqui, Marcelo San Martín, Rubén Villavicencio, Jorge Chalco, Giovanny Beltrán y Ruth Maldonado.
Mucho de lo que ha venido luego cuenta con diversos modos de expresión artística; seguiremos por esta bella ruta. (O)
