Escuela “Tomás Rendón” 150 años educando

Tito Astudillo y A.

Somos la promoción 1959-1960. Han pasado muchos años desde que dejamos las aulas de nuestra escuela. Nos despedimos sin certezas del tiempo ni del destino. “Adiós escuelita en dónde un día/ silenciosamente mi alma formé…/ maestros queridos, buenos compañeros, / tocó la partida nos vamos adiós…” Cantamos ese día. No recuerdo exactamente, las emociones, aunque la canción sugiere. Pero ahora, sesenta y tres años después, una profunda nostalgia invade mi espíritu. Quiero recordar a mis compañeros, éramos como 40 creo; alegres, optimistas y resueltos a conquistar el Mundo.

Recuerdos de los maestros me vienen en blanco y negro y a colores también; Don Luis Quintuña, paternal, dicharachero y bonachón, del primero y segundo grado; Don Guillermo Castro, el de las adivinanzas, refranes y canciones, erudito y gentil, del tercero; la señorita Filomena Jara, así debe ser la personificación de la ternura, tan humana y etérea, del cuarto; el señor Luis León, la seriedad y el respeto personificados, del quinto; Don Aurelio Benegas Cobos, el “Señor Director”, del sexto grado. De cada uno de ellos, de unos más y de otros menos, afloran lindas evocaciones. A esta altura de los recuerdos podría contar anécdotas y vivencias de mis compañeros. ¡Ah!, bendito milagro de la memoria que me devuelve a las aulas de mi escuela junto a mis cómplices en el día a día; a la plaza parroquial hecho patio, cancha y parque; A la iglesia central, su enorme torre y gigante reloj en el que aprendimos a ver la hora; a las excursiones al río Malguay, el de los barquitos de flor de Gañal; Jugando a los descubrimientos, conquistas y piratas en las lagunas de Cochapamba; Celebrando la Cruz de Mayo con castillos de maíz y productos de la chacra; coreando “Salve, Salve cantaban María…” en el “Mes Mariano”, villancicos en la navidad e himnos marciales en la hora cívica. Tanto y tantos recuerdos.

Homenaje y agradecimiento a nuestra escuela, “Tomás Rendón” de El Valle en sus 150 años de existencia formando tantas, y tantas, generaciones; pasado, presente y futuro de un pueblo que, embebido de la sabia brotada de sus aulas, transita con seguridad y optimismo su porvenir. (O)