Atolladero

Ana Abad R.

La grave  y preocupante conmoción social que vivimos los ecuatorianos debido a los altos índices de la violencia que se producen como consecuencia de las actividades del narcotráfico, el crimen organizado y los intereses mineros que aprovechan la desesperanza de millones de familias que se debaten entre la pobreza, el hambre y la desnutrición, más la percepción ciudadana que da cuenta que los partidos políticos, asambleístas y jueces son considerados los más corruptos, seguidos por el presidente y sus colaboradores inmediatos, nos coloca como uno de los países más vulnerables de la región que requiere de manera urgente la participación ciudadana y de sus diferentes organizaciones y colectivos para reconstruir el tejido social y exigir la implementación de políticas públicas dirigidas a la redistribución de la riqueza, más allá de los resultados electorales del próximo domingo que sabemos no resolverán la falta de representatividad del Gobierno del Señor Lasso, la inseguridad y el cuidado del medioambiente. No podemos esperar milagros y peor aún salvadores que nos saquen del profundo atolladero en el que se encuentra la sociedad ecuatoriana, la Democracia no puede reducirse al mero ejercicio del voto ciudadano.  (O)