Lindo es ese paseo

Andrés F. Ugalde Vázquez

La historia comienza por la compra, a un precio exorbitante, del último ticket para el último asiento disponible. Luego, llegar al terminal aéreo hasta cinco minutos de retraso (no se preocupe, el vuelo saldrá 30 o 40 minutos más tarde), y finalmente acceder a la ventosa pista con la mirada levantada hacia los negros nubarrones y subir al avión como entran los futbolistas a la cancha: santiguándose.

Ya una vez dentro de la aeronave ignore a la señora al borde del ataque de nervios.  Sufra como un penitente si ve subir una monja, espere con paciencia a que el señor del pasillo logre a viva fuerza introducir en el minúsculo compartimente la descomunal maleta que lleva como “equipaje de mano” y espere a que el capitán ordené apagar los teléfonos celulares, lo que nadie hará.

Lo que viene después es un corto viaje de algo más de 40 minutos en los cuales se prenderá y apagará el aviso de abrochar cinturones conforme el piloto anuncie y se arrepienta de anunciar las turbulencias. Disfrute a su derecha de la vista del Chimborazo. Lindo es ese volcán. Espere unos minutos más y escuchará el anhelado anuncio del descenso y pocos minutos después el espectacular frenazo cuando, tan pronto toque la pista del Mariscal Lamar, el piloto intente desesperadamente frenar antes de llegar al parque de San Blas o al estacionamiento de la Llantera. No olvide, una vez concluida la hazaña, unirse al resto de la tripulación para dedicarle al piloto una cerrada ovación.

¡En tierra al fin! Y uno podría casi ponerse contento. ¿Por qué? Pues porque si fuera Tababela, el viaje recién comienza. Y si fuera Guayaquil porque le van a robar las maletas. Y si fuera Latacunga… ¿Y usted para que quiere ir a Latacunga?

¿Hay alguna alternativa? ¡Pues claro! Siempre podrá optar por el pintoresco viaje en autobús que incluye catorce horas seguidas de bachata, city tour en Chunchi, carrera de buses en Riobamba, seco de pollo frio en Ambato, chuma del chofer en Salcedo y asalto en el terminal de Quito. Lindo es también es paseo. Porque lindo mismo es viajar en Ecuador… (O)