Shhh…

Santiago León

Es un silencio electoral el que estamos viviendo estos momentos. Mañana 5 de febrero, como buenos patriotas, tenemos la responsabilidad de elegir a nuevas autoridades. Cuatro años tendrán para “cambiar” nuestra ciudad y provincia, como lo han ofrecido. Estadios, carreteras, túneles, radares, mercados y más dijeron que se construirán. ¿Lo harán? No lo sabemos. Pero eso sí, estaremos vigilantes de que cumplan con su palabra.

Es que para conseguir el voto hicieron lo que sea. Llegaron con borregos a los debates, surfearon en una kombi, hasta se metieron con ropa al río Tomebamba.

Además, las ventas de las salchipapas y las guaguas de pan estuvieron fantásticas. Es que algunos políticos miraron estos platos como símbolos para ayudar a los emprendedores. Bien por ellos.

Otros en cambio, apostaron por los medios de transporte. Bicicletas, patines y scooters fueron usados para realizar caravanas y recorridos. Es que los tiempos han cambiado y hoy en día los adolescentes se movilizan con estos artefactos. Usted sabe. Los políticos deben estar a la moda como los “guambras”.

Los influencers también tuvieron alta demanda. Los estrategas políticos vieron en ese nicho una oportunidad para influir en el voto de los jóvenes. Tal es así, que varios candidatos asomaron en Tiktok grabando contenido. Asimismo, de a poco cambiaron su vestimenta. Aparecieron con pantalones rotos, con manillas, con zapatos blancos y en las cuñas publicitarias con lenguaje juvenil.

También se usaron títeres, muñecos, pancartas y demás recursos que el marketing recomienda. En los cierres de campaña tuvimos reggaetón, salsa, vallenato, tecno cumbia, electrónica, indie y música nacional.

En fin, estamos a horas de iniciar con una nueva historia política. Esta vez, esperemos que favorezca a los ciudadanos.