Eliminación de remediales y un modelo trimestral para el año lectivo 2023-2024

Tras los atentados de la noche y madrugada del 8 y 9 de enero de 2024, las clases en el Azuay, Cañar y Morona Santiago serán presenciales. Imagen referencial

El próximo año lectivo 2023-2024 tendrá algunos cambios sustanciales tras las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) y a los mecanismos que el Ministerio de Educación tomó para tratar de revertir el rezago escolar en Ecuador.

Entre los más notorios están: la eliminación de los exámenes remediales y de gracia que tenían acceso los estudiantes que no superaban el supletorio, y el cambio del quimestre por el trimestre en las instituciones educativas fiscales.

La razón de los cambios, en el caso de los exámenes remediales y de gracia, según el Ministerio de Educación, se debió a que las oportunidades que tenían no permitían que los “estudiantes se empoderen del proceso de aprendizaje”.

En los últimos diez años, los estudiantes que cursaban desde octavo de básica hasta tercero de bachillerato tenían la oportunidad de acceder a otras dos pruebas si no pasaban el examen de supletorio.

Esto, para la rectora de la Unidad Educativa Miguel Merchán, Paola Riofrío, había dado paso a la permisividad, a que los estudiantes no se esfuercen porque sabían que contaban con tres oportunidades para pasar de año.

“Al final muchos estudiantes ni siquiera superaban las calificaciones con un examen final, que era el de gracia. Me parece que era más por el desinterés que por la falta de inteligencia”, opinó Riofrío.

Por otro lado, la vuelta de los trimestres al sistema educativo público también tiene una relación con la eliminación de pruebas de gracia.

Con el modelo quimestral, a los estudiantes solo se los evaluaba de manera completa dos veces. Ahora las instituciones tendrán que evaluar tres veces al año con la implementación del trimestre.  

“Se decidió tener un corte trimestral. Queremos saber sobre la trayectoria y desempeño de los estudiantes más temprano para establecer mecanismos de nivelación a tiempo. Si se deja para los últimos días de clase no puedes tener un diagnóstico”, explicó la ministra de Educación, María Brown, a diario El Mercurio.

La idea de las evaluaciones trimestrales, sumado a la nivelación que deberá cumplirse en el aula una vez que se cuente con el diagnóstico, es que los estudiantes eviten al final el examen supletorio.

Quinto, sexto y séptimo tendrán supletorio

Otro de los cambios que empezará a regir desde septiembre es que ya no habrá promoción automática de los estudiantes de quinto, sexto y séptimo de básica. Para ellos también habrá supletorio si no se cumple con la base requerida para pasar de año.

Esta decisión, explicó María Brown, se debe a que hay niños y niñas que están llegando a octavo sin saber leer y escribir.

Ese dato se corrobora con el Cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo en el que se evaluó el desempeño de estudiantes ecuatorianos de cuarto y séptimo de básica en la lectura, escritura y en las matemáticas.

Según el informe, que se publicó en agosto de 2022, solo el 26.1% de los niños de Ecuador que cursaban el séptimo de básica demostraron un nivel básico de conocimiento en la lectura y escritura.

 “Vimos que a estudiantes de octavo les está costando seguir el ritmo de la clase porque hasta octavo tenían promoción automática, y muchos de ellos no tienen las bases necesarias para tener el éxito en su vida académica”, dijo Brown.

¿Funcionarán los cambios?

Para Henry Calle, ex coordinador del Ministerio de Educación, hay que ir más allá del problema que están mostrando los estudiantes de primaria y secundaria. En primera instancia, según calle, la repetición de años de no ha demostrado un mejoramiento en el rendimiento.

“Esto es un fenómeno bastante complejo que depende de elementos psicológicos, rezago escolar que viene acumulado, sobre todo, en el sector fiscal, y aún más en el sector rural. Los chicos vienen de condiciones socioeconómicas limitadas”, opinó Calle.

Por su lado, para el docente Juan Pablo Morocho, docente del Ciudad de Cuenca, la problemática que se ve entre los estudiantes no va acorde con las políticas que se toman en Ecuador.

Para Morocho, detrás de cada niño y adolescente hay una estructura que debería ser tomada en cuenta: la política, la social y la económica que funcione en el sistema educativo.    

“El sistema que nosotros tenemos ya es caduco. Tenemos una mirada de que los chicos llegan a adquirir conocimientos, y el docente lo que hace es meter conocimientos. Lastimosamente pensamos que deben adquirir conocimientos, memorizarlos. Pero la educación que puede cambiar es que el conocimiento sea el medio para cambiar una realidad”, dijo Morocho.

Sea como fuere, para los docentes, lo cierto es que se sabrá el próximo año si los cambios implementados empezaron a funcionar y cambiar una realidad que se viene manteniendo por lo menos en el último lustro. (AWM)-(I)