PEN

Catalina Sojos

Mientras Guillermo Lasso era recibido, con bombos y platillos, por un reducido grupo de partidarios y amigos de ocasión, en  el “Avispero” gracias a la cordial invitación de Carlos Vásconez nos reunimos para conversar, una vez más, sobre la libertad de expresión tan venida a menos en estos tiempos del desprecio. Y coincidimos en que subrepticia pero de manera tenaz se han activado grupos fanáticos en todo el país que toman como bandera la fe y la religiosidad del pueblo ( uno de los temas que surgieron al calor de la conversa y que contribuyeron al enriquecimiento del pensamiento) Por otro lado, Cristóbal Zapata hizo una demostración práctica de esa libertad al leer poesía irreverente desde siempre y una reflexión sobre el lenguaje y la cultura entre otros participantes; el tema de la mujer, una vez más, surgió como debe ser y la «otredad» en las voces de los compañeros de panel,  el público, en su mayoría, de distintas nacionalidades abrió espontáneamente el debate; y para culminar la noche la maravillosa intervención del contratenor Fernando Zambrano que retumbó en esa casa maravillosa. El regalo de los libros de los amigos, las dedicatorias, en fin, una tertulia imprescindible y necesaria además de entrañable; definitivamente la libertad de expresión convoca a defenderla día a día, obviamente al otro lado de los capillismos y esbirrismos de los que se nutre el poder. (O)