Papa aprueba las «virtudes heroicas» del padre Carlos Crespi

Con el decreto del Papa Francisco se puede continuar con el proceso de beatificación del misionero salesiano italiano Carlo Crespi que sirvió en Cuenca.

El Padre Carlos Crespi falleció el 30 de abril de 1982, a los 91 años, en Cuenca. Archivo

El papa Francisco firmó el decreto en el que se declaran las «virtudes heroicas» con las que puede continuar el proceso de beatificación del misionero salesiano italiano Carlos Crespi Croci, que en 1923 partió en misión a Ecuador donde se dedicó a ayudar a los más pobres y a las poblaciones indígenas.

Crespi Croci nació en Legnano (Milán) el 29 de mayo de 1891 y murió en Cuenca (Ecuador) el 30 de abril de 1982 y en este país es muy venerado como protector de los pobres.

En 1923 partió en misión a Ecuador y se trasladó a Cuenca, donde permaneció el resto de su vida, trabajando con los indígenas de los «Shuar» o «Kivari».

Según explican los salesianos en su página web, instaló luz eléctrica en Macas, abrió una escuela agrícola en Yanuncay y en 1940 también la Facultad de Ciencias de la Educación, convirtiéndose en su primer rector.

Además, organizó la escuela primaria “Cornelio Merchán” para niños muy pobres y talleres de corte y costura para las niñas sin recursos de la ciudad.

El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo.

Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce «haber vivido las virtudes de manera heroica«.

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, como este caso, y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado «por intercesión» después de ser proclamado beato. EFE