Un ser extraño en la Judicatura

Gerardo Maldonado Zeas

La crisis judicial en el Ecuador es de miedo. Para variar el presidente del Consejo de la Judicatura resultó ser un tipo especial, porque cada día sale con “domingo 7” tal como diría la abuela, mientras en las cárceles esperan su turno algunos bandidos controversiales para mandarse salidas estrafalarias porque son de levita, y con poder en el hampa.

Wilman Terán se cree un ser superior, sus alcances de grandeza son pavorosos “me verán más grande que Brahma (el dios creador hindú) pero sigo siendo humano” dijo sin ponerse colorado. Sus intervenciones son apetecidas por la opinión pública por la teoría del absurdo que perdura en cada expresión, creciendo rápidamente su colección de desaciertos verbales.

Puso una acción de protección contra el presidente Lasso y el ministro Arosemena para reclamar 266 millones de dólares, que según Terán y los técnicos, sería el déficit del gasto corriente del ejercicio fiscal 2023, “con un recargo del 10 % por cada día de retraso” con lo cual, dice, resolvería la crisis de la justicia ecuatoriana. Utilizó todos los medios a su alcance en una audiencia con una serie de interrupciones e irregularidades, obligando a jueces, incluidos varios provinciales, y personal administrativo a presenciar su show. Es el mismo abuso de la acción de protección criticado por quienes conocen de jurisprudencia, con lo cual los multicompetentes han puesto en libertad a transgresores a través de estas diligencias supuestamente protectoras de derechos. La jueza de familia Olga Pareja el lunes 24 de abril decidirá si los judiciales recibirán más recursos. ¿Será posible que dicte el veredicto en contra de su jefe?  La encrucijada es poderosa, pero no por eso debería sesgarse. Veremos.

Terán ahora irá a la CIDH para hacerle conocer que la justicia está enfangada, según él, por culpa del ejecutivo y las redes sociales, en otra de las acciones carnavalescas a las que nos ha empezado a acostumbrar. ¿Qué dirá? ¿Hablará como si estuviera en un concurso colegial de oratoria moviendo las manos en señal de erudición?, él se ufana de conocedor profundo de la realidad ecuatoriana, porque empezó desde muy abajo, y ser el primer y único presidente de la Judicatura que ha sido juez. Más bien la sociedad exige una limpieza a todo nivel, separándoles a los corruptos ubicados en los lares recónditos del territorio siendo los más buscados por la delincuencia organizada para recibir favores. Una reforma que permita la inclusión de jueces constitucionales con una evaluación de desempeño seria es imperiosa, y para lograrlo debe bajarse de su Olimpo, en este país donde pasa de todo, incluido el aparecimiento de estos seres extraños. (O)