El uso de nuevas herramientas tecnológicas y las redes sociales experimenta diariamente debates sobre los acontecimientos políticos reales o creados de cara a los objetivos de oficialistas y opositores. La información falsa en la era digital es una herramienta utilizada con fines propagandísticos, económicos y sociales.
La construcción de información fabricada busca limitar el contenido informativo veraz y contrastado de los medios de comunicación como ordena la Constitución. Son utilizados en la esfera política y sus redes para tergiversar y difamar al contrario.
A estas medias verdades añadamos la polarización en el debate, que traspasa el entendimiento de la clase política y que ha tocado al ciudadano y que también cuenta con una herramienta digital para difundir sus opiniones, sugerencias, afectos y desafectos sobre el político desde la izquierda hasta la derecha.
Así las fake news se han convertido en un instrumento político para informar o desinformar, para amar y odiar al protagonista y al antagonista de esta telenovela llamada -politiquería ecuatoriana-.
Sin embargo, el concepto de fake news es además utilizado como una expresión discursiva cuando su legitimidad se ve afectada. Los usuarios de las noticias falsas interpretan estos datos indistintamente; unos las ignoran, otros agregan nuevas evidencias para corroborarlas o contradecirlas. La sociedad tiende a dividirse en función de lo polarizado, por ello en Ecuador no hay un debate político de altura que eduque y menos que resuelva las necesidades básicas de los ciudadanos. (O)
