La madre de todos los vicios

José Chalco Salgado josechalcosalgado@gmail.com

            Se dice que la pereza u ociosidad es la madre de todos los vicios. La tarea incompleta y el deber no emprendido. Todo, por la ausente destreza o fuerza de gobernarse así mismo. De hacer las cosas bien. La actual Asamblea Nacional, indica que en ella, en el Parlamento, se fructifican los pecados y los vicios.

            La tarea incompleta y el deber no emprendido. Sí. Un Parlamento en donde lo que prima no es hacer bien sus tareas y aún menos cumplir su deber. Convertido en un espacio de reduccionismo político – social para el Ecuador; lo peor, de donde surgen los sainetes de juicio político y de donde nacen las disposiciones legales que regulan la vida de los ecuatorianos.

            El día de mañana, domingo 14 de mayo, se mirará un nuevo torneo de intereses y maniobras que ponen al Ecuador en una dinámica de incertidumbre y desafíos. La renovación de las autoridades de la Asamblea Nacional se cola en un punto atómico para el desenlace y medición de fuerzas, pactos e intereses hacia lo que será el camino del enjuiciamiento político al presidente de la República. No interesa el país, ¿usted cree que interesa un supuesto peculado para recuperar un supuesto dinero distraído arbitrariamente? Jamás. Claramente es la contienda de vanidades e intenciones de unos cuantos asambleístas que responden a lógicas monistas y no de país.

            La madre de todos los vicios, la pereza, además de no entender sobre trabajo, tampoco comprende del respeto al orden constitucional y republicano del Estado. No sabe de atención a la Constitución y decisiones de la Corte Constitucional, menos permite leer bien a las disposiciones normativas vigentes para hacer una sana y correcta aplicación de ellas. La pereza, hace que se hable en cualquier espacio con un gigante esfuerzo para encajar una idea, y como los pecados son atrevidos, se muestran como conocedores, sabios e infalibles. El Ecuador también tiene una madre de todos los vicios. (O)