Chakras de Cotacachi y Napo reciben máximo reconocimiento de la FAO

las Chakras son lugares vivos donde la naturaleza y las comunidades de Cotacachi han convivido en armonía durante siglos. Foto tomada de ECUADOR - Andean Chakra / Flickr

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) entregó este lunes 22 de mayo de 2023 la certificación de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) a dos ecosistemas de Ecuador, Cotacachi y Napo, en reconocimiento a su importancia paisajística, agronómica y cultural.

En la ceremonia celebrada en la sede de la FAO en Roma, se pusieron en valor las «chakras» indígenas de los Andes y de la provincia de Napo de la amazonía de Ecuador.

México y Brasil también recibieron reconocimientos: el sistema agroforestal de la «milpa» maya del Yucatán mexicano (sur) y los cultivos tradicionales del sur de Espinhaço Meridional en Minas Gerais (este de Brasil).

Reconocimiento a Ecuador

Cotacachi

El reconocimiento a Ecuador llegó por la chakra andina, como un sistema agrícola ancestral de las comunidades Kichwas de Cotacachi.

La página de la FAO detalla que la Chakra Andina es un sistema agrícola ancestral de los pueblos indígenas Kichwa en la región andina ecuatoriana.

«Este destacado sistema se caracteriza por la integración e interconexión de climas, ecosistemas, prácticas agrícolas y biodiversidad a una altitud que oscila entre los 2 500 y los 3 400 m en la Sierra de Cotacachi», detalla la página.

Basado en el sistema andino de creencias, en el que todos los elementos son parte integral de cada uno de los seres que habitan en la ′Pacha Mama′ (Madre Tierra), las Chakras son lugares vivos donde la naturaleza y las comunidades de Cotacachi han convivido en armonía durante siglos.

Estas son el centro del desarrollo de la vida material y simbólica de las familias y comunidades kichwas. Representan un espacio de experimentación e intercambio y de conservación in situ de semillas, altamente productivo y propicio para alcanzar la soberanía alimentaria.

Napo

La Chakra Amazónica se puede definir como un modelo de uso sostenible de la tierra en el que los espacios productivos ubicados dentro de la finca son manejados por familias bajo un enfoque orgánico y biodiverso, valorando los conocimientos ancestrales.

Con su diversidad biológica y cultural ofrece múltiples servicios a las poblaciones. Estos van desde la seguridad alimentaria, los servicios del ecosistema, el mantenimiento de los valores culturales, hasta la cohesión social y el mantenimiento de un paisaje megadiverso.

El concepto kichwa de familia va más allá de la familia nuclear y se expande a la comunidad y al territorio. La Chakra es el lugar donde la familia y la comunidad construyen sus relaciones, donde se fortalece la unión de la comunidad humana con la naturaleza y las deidades.

Con la Chakra Amazónica, las comunidades Kichwa y Kijus han desarrollado una diversificación productiva en la que se encuentra el cacao junto con especies maderables, frutícolas, medicinales, artesanales, comestibles y ornamentales y otras actividades como la ganadería, la caza y el bosque maderable y productos no maderables.

En términos de manejo eficiente de la baja fertilidad de los suelos amazónicos, el sistema Chakra Amazónico es único que integra el conocimiento del manejo de bosques y cuencas, donde las comunidades Napo implementan una serie de arreglos y prácticas agroforestales para asegurar la sombra y el cuidado del suelo.

Durante las últimas dos décadas ha crecido el interés en este concepto, como una opción de producción que puede ayudar a los pequeños agricultores a ser potencialmente más resistentes al cambio climático, así como a los cambios económicos y de mercado.

Ejemplo de biodiversidad

«Estas comunidades son ejemplos de biodiversidad y nos recuerdan que para proteger a las personas debemos proteger el planeta. Sus sistemas SIPAM son como vitrinas que ofrecen soluciones ante el cambio climático y la pérdida de biodiversidad desde el plano local», afirmó el director general de la FAO Qu Dongyu.

En la ceremonia de este lunes se han entregado los certificados SIPAM a los representantes de los 24 ecosistemas reconocidos desde el 2018 y que se distribuyen en doce países de Europa, América, África y Asia.

Sin embargo, la delegación mexicana no pudo asistir a la entrega de diplomas debido a la interrupción del tráfico aéreo causado por la erupción del volcán Popocatépetl.

Los SIPAM suponen el máximo reconocimiento que entrega la FAO a zonas que gracias a sus paisajes naturales y actividades agrícolas incentivan la actividad económica y social de los entornos rurales combinando biodiversidad, resiliencia climática y tradición de una forma única en el mundo.

Desde 2005, la FAO ha designado 74 sistemas del patrimonio agrícola en 24 países, y actualmente, 15 nuevas propuestas de 7 países diferentes fueron presentadas.

Los países latinoamericanos suman siete de los SIPAM mundiales repartidos entre México, Ecuador, Perú, Chile y Brasil.

En la entrega de certificados intervinieron también el secretario de Gobernanza Territorial y Desarrollo Territorial y Socioambiental de Brasil, Moisés Savian y el representante permanente de México ante la FAO, Miguel García Winder. EFE