Las mujeres también son violentadas en el espacio público de Cuenca

Un estudio publicado esta semana, por dos organizaciones que velan por los derechos de la mujer, reveló que 9 de cada 10 mujeres han vivido o conocen a alguien que ha sido víctima de acoso sexual en espacios con afluencia de personas.

Andrea (nombre protegido) tiene 20 años de edad. Un día, estuvo con su madre en una de las paradas cercanas a la Terminal Terrestre de Cuenca. De pronto, un desconocido, quien la miraba de forma lasciva, se le acercó y tocó su cuerpo sin ningún consentimiento.

Ella es una de las 9 de cada 10 mujeres, que residen en Quito, Cuenca y Manta, que han vivido o conocen a alguien que ha tenido alguna experiencia de abuso sexual en el espacio público.

Esta realidad consta en el estudio difundido el martes por las fundaciones ‘Cuadrante Sur’ y ‘Diálogo Diverso’, producido en el marco del programa “A mí también me pasó”, con el financiamiento de la Embajada de Canadá en Ecuador.

Los resultados son estremecedores. Y es que, el 97,6 % de las mujeres que respondieron al ‘buzón de testimonios’ sintió de cerca el abuso sexual.

Para el director del Consejo de Seguridad Ciudadana (CSC), Pablo Cueva, se trata de un delito que se conoce, “pero que lamentablemente no se denuncia”. Alegó que esto se debe a que la victima no conoce al agresor y es muy difícil reconocerlo. En el informe se resalta que es más por desconocimiento.

Sobre las cifras que se han recopilado hasta ahora, Cueva cree que no revelan la realidad, “pues apenas el 8 % de mujeres agredidas lo denuncia”, señaló.

Contrario a ello, los casos que son privados, es decir, dentro del núcleo familiar, educativo, institucional, son más fáciles de denunciar porque los agresores son identificados. Agregó que es urgente buscar mecanismos que ayuden a disminuir este mal que aqueja a la sociedad.

Para esto, desde el Consejo ya se ha comenzado a coordinar acciones interinstitucionales con organismos vinculados con la protección de derechos de las mujeres.

Cifras

En los análisis estadísticos de ‘Cuenca Segura’ (libro de cifras del CSC), en 2022 las parroquias rurales de San Joaquín y Paccha registraron un incremento del 350 % y 200 %, respectivamente, en el índice de denuncias por delitos sexuales.

Esto les da pautas para comenzar a trabajar en nuevas estrategias preventivas.

Asimismo, los registros de la Fiscalía General del Estado señalan que durante 2022 en Azuay se contabilizaron 772 denuncias por abuso sexual. Este delito ocupa el séptimo lugar en el ranking de infracciones en la provincia.

Pero ¿qué han hecho las instituciones para mejorar la situación? Según este informe, “(Cuenca) a pesar de ser una ciudad con avances importantes en términos de política pública, institucionalidad y programas o iniciativas para hacer frente a la violencia de género, las mujeres y la ciudadanía en general desconocen gran parte de la normativa, las instituciones que pueden atender casos y las rutas de atención existentes frente al abuso sexual en el espacio público”.

Estudio

El informe reveló que la mayoría de las víctimas son niñas y jóvenes de hasta 19 años de edad. En Cuenca, los agresores prefieren acosar a sus víctimas en calles, avenidas y en el transporte público.

Los parques, cines, discotecas, bares y conciertos también fueron señalados como puntos de acoso. Llamó la atención que también se apunte a espacios educativos e instituciones públicas.

La mayoría de casos ocurrió en horas de la mañana. Mientras que, según lo expuesto por las víctimas, la tasa baja durante la noche y la madrugada.

¿En qué afecta esto a la mujer? Especialistas locales señalan que la violencia a la que está expuesta en el espacio público hace que no puedan tener un ejercicio pleno de sus derechos.

Además, que el abuso sexual se encuentra normalizado y naturalizado en el imaginario social, lo que conduce a que no se lo reconozca como problemática visible que debe ser abordada.

Otro de las falencias es que la impunidad frente a la violencia de género y el abuso sexual no solo se encuentra en el sistema judicial sino también a nivel social. (FCS) – (I)

TESTIMONIOS

María’ tiene 22 años. Cuando tenía solo 11, salía de una tienda a pocos metros de su casa. Entonces, un desconocido que pasaba por el lugar, a bordo de su bicicleta, paró y tocó su cuerpo.

«Yo no sabía qué hacer», aseguró.

Vera’ tiene 22 años. Y una de las más terribles experiencias que ha vivido, fue en el espacio público. Acudió a un parque de diversiones, cuando un grupo de hombres que pasaron junto a ella, decidieron que sería buena idea tocar sus partes íntimas. «Recuerdo que fue de manera grotesca», añadió.

DENUNCIAS

– Para las denuncias, el Municipio habilitó el correo jcpdcuencadenuncias@gmail.com. La víctima recibirá medidas de protección en 24 horas, se señala.

– La Fiscalía, en su página web https://www.fiscalia.gob.ec/, incluyó la sección ‘Denuncia en línea violencia contra la mujer y el núcleo familiar’.