La seguridad, necesidad vital             

Hugo Darquea López

Ahora, en este tiempo de obscuridad, confusión y anomias conceptuales, cuando todo es incierto e inestable, cuando los principios y valores que desde el comienzo o antes de los tiempos nos definían los caminos y objetivos han sido cuestionados por el relativismo moral y la inconsciencia normativa, se hace más necesaria la certeza que ofrece la palabra y la acción que orienten y alumbren el camino.

Todos sentimos la pesadez de la inseguridad, su dominio es tenebroso, entonces exigimos terminar con los extravíos sociales y definir el proceso de construcción de una sociedad segura.

Zygmunt Bauman en su libro “En busca de la política” nos dice que el problema contemporáneo más siniestro y penoso puede expresarse en la incertidumbre, inseguridad y desprotección que sentimos. Palabras iniciales de su estudio sobre la sociedad inmersa en la crisis que nos estremece.

  Por eso, en la perspectiva de un orden justo, cuando domina la corrupción de las instituciones con leyes sesgadas por la narcopolítica, los apagones informáticos, el secuestro de las instituciones y más atentados siniestros como la persecución a la Fiscal General de la Nación Diana Salazar en función de eliminar los procesos instaurados contra los prófugos de la justicia y allanar el camino de la impunidad fraguada, burlando sentencias en firme, es necesaria la catarsis real que depure al Estado del delito, el fraude y la gran estafa de revoluciones anunciadas pero ejecutadas para beneficio de los corruptos y sus sicarios.

Muchos dicen que la política ha perdido sentido, cuando más bien es necesaria la buena política que construye el orden justo y la dignidad humana, para así restaurar el deber ser de la Vida, como el valor esencial de la seguridad y la paz que buscamos.  (O)