The Greatest Showman

Caroline Avila @avilanieto

Hay un efecto envolvente e hipnotizante que tiene el teatro cuando se apagan las luces y todo se concentra en el actor o la actriz que está ese momento expresando con todo su ser el resultado de horas y horas de ardua preparación.  Hace pocos días la Unidad Educativa CEBCI presentó su espectáculo anual, esta vez con la adaptación teatral de la película The Greatest Showman.  La presentación incluyó a más de cien niños y jóvenes que con actuaciones maravillosas, coreografías perfectas y una coordinación de escenarios, utilería y luces digna de cualquier trabajo profesional, asombraron al público que llenó las localidades y aplaudió el show con profunda satisfacción.

Complementar la formación académica con el desempeño artístico debe ser parte importante de la malla curricular de nuestros niños y jóvenes.  Las disciplinas conocidas como duras, entre ellas las matemáticas, las ciencias naturales o la física, son fundamentales para el desarrollo de sus mentes, sin embargo, son las artes, la creatividad, la literatura, las que permiten desarrollar su sensibilidad y su capacidad de expresión. De ahí que el programa de formación artística en el nivel escolar y secundario debe tener todo el apoyo posible tanto en la educación privada como en el sistema público.  La experiencia de participar en un proyecto transversal que supere las cuatro paredes del aula de clase logra que los adolescentes sean capaces de aprender responsabilidad, trabajo en equipo, expresión corporal, oratoria, independencia, actitud ética; valores ante la vida que no siempre estarán en el cálculo o la trigonometría. 

La manera como las niñas expresaban con fuerza “This is me” atribuyendo así una lección personal sobre el valor de la diferencia y el rechazo a los estereotipos que la sociedad impone.  La forma como el grupo se animaba a surgir ante la desgracia del protagonista de la historia, reiterándole que eran una familia.  Son algunos de los mensajes con los que nos quedamos, quienes asistimos al Teatro Pumapungo, luego de abrazarnos y secarnos las lágrimas ante la emoción del momento.  El “Greatest Show” fue el que nos dejaron estos pequeños y talentosos jóvenes que merecieron todos los aplausos y el apoyo del público y de su colegio. Larga vida al teatro escolar. (O)