La heroína de la risa

Hernán Abad Rodas

Humor o humorismo, es definido como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas.

El humor desempeña una función catártica, semejante a la de las lágrimas, pero diferente en cuanto a que el humor supone una separación de, y no una identificación con el objeto que es soporte del mismo, un desprecio y no una compasión.

En la actualidad la torpeza y la corrupción son más populares que la inteligencia y la dignidad, ningún ser humano en su sano juicio dudaría un instante en aceptar el hecho de que, vivimos en una crisis económica, social y política; y lo que es peor, una profunda crisis de valores humanos. Estamos desorientados con ausencia total de verdaderos líderes, sabios, justos y honestos, esto a nivel mundial, salvo honradas excepciones.

¿Cómo afrontar los golpes propinados, por la grave situación descrita? Considero por el momento, y ante nuestra impotencia de revertir estos hechos tan negativos, y como uno de los antídotos, para calmar nuestro espíritu, el mismo que se resiste a renunciar a los valores eternos como la lealtad, solidaridad, dignidad, gratitud, etc. recuperar y valorar EL SENTIDO DEL HUMOR, para hacer frente ante tanta falsedad y engaño en la que nos encontramos inmersos.

Dudo que haya sido plenamente apreciada la importancia del sentido del humor, o la posibilidad de su empleo para modificar la cualidad y el carácter de nuestras vidas en general. La función del humor es química, más que física, altera la textura básica de nuestro pensamiento.

El humor juega un papel importante. Nos permite ingresar a ese estado de regulación emocional y nos ayuda a bajar los niveles de estrés. Así, aunque parezca difícil, por ahora, podremos entender que reírnos un poco nos servirá para alejarnos de esa sensación de derrota.

Frente a la compleja situación y las difíciles circunstancias que estamos viviendo; cada día podemos elegir: no levantarnos y deprimirnos, o quizá despertar y sonreír.

Aprendí de otros que sabían más, que la risa es una heroína que se enfrenta al desafío de rescatarnos de las prisiones de la cordura y de la coherencia, para volver al hogar de lo espontáneo, al castillo de la ingenuidad y la frescura de la infancia.

Tener la capacidad para reírse de uno mismo es casi condición necesaria para gozar de algunas de las extrañas cosas que nos suceden. Es la señal de la madurez que siente el que no necesita ser materialmente exitoso para estar seguro de sí mismo. (O)