xxx

Santiago León

¡Tranquilo my friend! No es que quiera faltarle el respeto o algo así. El ambiente de elecciones me hace emocionar. Usted sabe la clase política que tenemos en Ecuador. Se acusan de todo. Se pelean por criterios absurdos y en menos de que cante un gallo los enemigos se hacen ñañitos. Reparten besos y abrazos, y los ingenuos seguidores de los líderes se quedan medio chumados.  

Bueno, ya que estamos con aires electorales. Veamos qué mismo con el partido del ¡modelo exitoso! Tras varias décadas de manejar el poder en Guayas se quedaron con las manos vacías. Ambas coloradas marcharon en la campaña electoral. No lograron mantener los votos que antes les aseguraban en sus cargos. Todo el presupuesto se quemó y no hubo reelección.

Eso, por un lado. Mientras tanto, el papel de los legisladores en la Asamblea Nacional no fue maravilloso. Aunque le parezca raro, los discípulos del “bigotes” se hicieron panas de sus enemigos. Si. De esos personajes que dicen que trabajan con “infinito amor”. Es que en la política ecuatoriana se puede tostar granizo. Así fue como armaron una mayoría para bajarse al presidente de la República. En las fotos quedarán guardadas esas mullapas de políticos dispersos por sus ideales, pero panas por una “buena” causa.    

Pero ¿qué ha sucedido con mi partido? Se preguntaría el difunto Febres Cordero. Hoy en día, parece ser solo una tienda de alquiler. Desde hace años, cualquier persona popular en la televisión pasa a formar parte del PSC para la campaña electoral. O recuerde al “eterno perdedor”, que le mandaba a lavar su ropa con Deja, si no sabía la canción.  

En fin. Ahora participarán por la presidencia con un binomio conformado por un Rambo criollo y pelucón, y una abogada vinculada con el correísmo. Y aguante un chance. Nebot acaba de decir que sí, que apoyan esas candidaturas. ¡Esto se pone bueno! (O)