Cuando Agustín Patiño dibujaba y pintaba en acuarela mientras estudiaba arquitectura en la Universidad de Cuenca, sus profesores, aunque aplaudían su talento, le decían: “Agustín, estos son elevaciones, esto es arte, estás haciendo algo distinto”.
Bastaron esos comentarios para que el muchacho que había crecido y jugado entre los ríos de Cuenca, el Vado, San Roque y Los Arupos, dejara la carrera arquitectónica y se volcara a la Facultad de Artes, en Quito.
La decisión, si bien fue un proceso complejo de desprenderse del lugar y de las personas con quienes se había criado, le valió para convertirse en lo que es hoy: un pintor y creador de un mundo único.
El desprendimiento también fue un puntapié para convertirse en un vaivén, en un artista que no se queda quieto, en un nómada.
Después de Quito, el cuencano estuvo por Europa, América Latina y Estados Unidos. En este último lugar, en la ciudad de Nueva Inglaterra, optó por hacer su morada y su estudio. Aun así, mantiene esa característica de ir y venir.
Ahora mismo regresó al Ecuador porque en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) de Guayaquil, desde el 17 de agosto, se expone su serie más insigne: “Un mundo EARTH”.
La muestra, en la que se incluye 93 pinturas y 5 instalaciones, exhibe el encuentro de la diversidad que Patiño ha ido hallando a lo largo de sus viajes por los ríos de Cuenca, por la Amazonía, por las ciudades europeas, latinoamericanas y norteamericanas.
Esos hallazgos que fueron “in situ”, que fueron vividos y experimentados, los interpretó en sus trabajos que están expuestos en Guayaquil.
“Yo hablo del planeta, del agua, aire, tierra. Son trabajos que he hecho en Nueva Inglaterra, en Chile, en Sudamérica. Esto es una complementariedad a cómo esta obra se ha ido concretando, formando”, contó Agustín a diario El Mercurio.
Exponer su obra no ha sido fácil. El formato de los trabajos tiene tamaños considerables, por lo que se dificulta traerlos desde su estudio, en Estados Unidos. A pesar de eso, tanto el museo como el propio artista han buscado la manera de que el público tenga la oportunidad de observar Un mundo EARTH.
Sin el apoyo de los museos de Estados Unidos, y sin el soporte de Ecuador, las obras del cuencano no fueran posibles admirarlas.
Esa también es la razón por la que el artista no ha podido mostrar aquellos cuadros en Cuenca. Sin embargo, espera que un momento dado, alguien pueda interesarse por traer el mundo que él ha venido creando desde que es un adolescente.
Hasta entonces, quienes deseen adentrarse a Un mundo EARTH tendrán la oportunidad de hacerlo en el MAAC. Las obras estarán expuestas hasta este 15 de octubre. La entrada es libre para todos los públicos. (I)
