Los ejes del debate presidencial

Gerardo Maldonado Zeas

A una semana del debate que ratificará el conocimiento de los candidatos finalistas sobre la realidad del país, los temas más complicados en lo económico serán: la formulación para  establecer el Presupuesto General Estado (PGE) limitado por los exiguos ingresos, coadyuvado por la irresponsable actitud de los ambientalistas sobre  el cierre del Yasuní ITT que privará al Estado ecuatoriano de más de 1200 millones de dólares solo en el corto plazo; y , por supuesto la defensa de la dolarización, que los correistas, dependiendo del momento, a veces la han hecho temblar. Y el fenómeno del Niño y su financiamiento para aplacarlo, cuando ya existen alertas amarillas, pero todavía hay ciertas dudas sobre su real impacto.

En el eje de seguridad, la discusión debe afrontar el cómo se va a crear un sistema de gestión integral, en un contexto subregional en el cual el crimen organizado se ve más activo que nunca. Y los caminos para contrarrestar a la inteligencia criminal, y la formulación de la estrategia para defender a la población de las amenazas constantes a su seguridad.  Ahora que imperan en el país modalidades nunca vistas, merecemos un análisis muy profundo y detallado de los caminos a seguir para aliviar de una vez esta desazón de las familias y ciudadanos comunes del país.

La educación pública tiene problemas de fondo; respecto a la salud, luego del buen trabajo para aplacar la pandemia de la COVID 19, el Estado ha tenido dificultades graves para dotar de medicinas al IESS y al sistema público de salud, básicamente por la inútil, regresiva y obsoleta Ley de Contratación Pública que debería reformarse, o cambiarla por otro cuerpo legal para garantizar la dotación de medicina de manera oportuna. Un tema central será la atención a la desnutrición crónica infantil, y salud mental de los adolescentes presos de las drogas. Y esa constante lucha por la equidad y la integración de personas con capacidades diferentes, minorías étnicas y demás.

El eje político definirá el futuro del Ecuador. Asamblea Constituyente o Consulta popular para reformar la mal hecha Constitución de Montecristi. Salvar al país de ese engendro del CPCCS creado con la insana intención de manipular la Contraloría, Superintendencias, Fiscalía, CNE, Consejo de la Judicatura y sus actuales comediantes baratos. ¿Cómo se hará operativa la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo para romper ese candado que ha trabado la gestión de proyectos de ley, y ha castigado el futuro del país?

Ya sabemos quien de los dos candidatos está mejor preparado. Estos días previos, desde la primera vuelta, han demostrado marcadas diferencias, y se nota a leguas. Las encuestas confirman la percepción de los ecuatorianos. (O)