Vía Cuenca-Girón-Pasaje

Ojalá la intensidad de las lluvias a causa del fenómeno de El Niño no termine destrozando por completo la vía Cuenca-Girón-Pasaje.

No es ser alarmistas, recurrentes, tampoco de reclamar por reclamar; pero debe decirse en voz alta.

Cómo puede admitirse tanta desidia, olvido, endoso de responsabilidades a otras entidades, justificativos sin mayor sustento, y la poca capacidad reactiva de la ciudadanía, salvo alguna excepción.

Desde Santa Isabel hacia Machala es visible la reactivación de derrumbes, en muchos casos debido a fallas geológicas.

El mantenimiento es cero. La maleza cubre cunetas, alcantarillas y hasta parte de los carriles, en tanto la mesa de rodadura muestra “su piel de cocodrilo”, a más de baches de todo tamaño, por los cuales se cuela el agua. Ni se diga el desprendimiento de piedras. Las señales de tránsito son parte del pasado.

A raíz del colapso de la vía en el sector Gramalote, la obra construida para repararla parece un deber cumplido por la pésima ingeniería civil.

¿Tan pero tan pobre está el Ministerio de Transporte y Obras Públicas como para no haber colocado allí un puente Bailey?

Entre Cuenca y el valle de Yunguilla el problema es aún mayor. Hace un mes, el MTOP firmó un “convenio de concurrencia” con la Prefectura del Azuay y los Municipios de Cuenca, Girón y Santa Isabel, para hacer trabajos de mantenimiento en los “tramos críticos”.

En uno, dos o tres hundimientos nivelaron la calzada, pero el material colocado, por lo mal compactado, se tornó “vibratorio”, y ya comienza a fracasar. Es como suturar grandes heridas con esparadrapos.

En los otros, la situación es igual o peor. El mantenimiento, al parecer solo consta en el documento firmado, cuyas fotografías e incipientes trabajos sirvieron para las relaciones públicas e inflar las redes sociales de los suscribientes.

¿Y los estudios ofrecidos desde hacía varios años?

La Cuenca-Girón-Pasaje es la mayor vergüenza nacional en materia de vialidad. Sin ninguna duda. (O)