¡El amigo que partió!    

María Eugenia Moscoso C.   

¡Conocí a David Ramírez desde las aulas universitarias! Intereses e inclinaciones semejantes nos permitieron compartir aulas y enseñanzas. La teoría y la crítica literaria se hicieron presentes en nuestro aprendizaje; posteriormente, yo opté por la docencia y la aprehensión de textos literarios para su análisis, en tanto David se introdujo en el universo de la creación y devino escritor de cuentos y poesía.     

Desde la Facultad de Filosofía y Letras, David ya se dejó conocer con un cuento de su autoría, “Damián”, inscrito en la “Selección del nuevo cuento cuencano”, de 1979 y publicado por la Casa de la Cultura. Algunos volúmenes de su autoría quedan en nuestras manos: “Después del concierto de la tarde, 1981, “De sueños y quimeras”, 1987 y “Mitomanías”, 1994.                           

Cabe destacar el aliento e impulso que los profesores de Letras inculcaron en sus alumnos: Efraín Jara Idrovo, Carlos Perez Agusti, Alejandro Mendoza y, por supuesto, Alfonso Carrasco., quien, de manera particular -muy cercano a sus alumnos- generó una afición a la lectura y al análisis de los textos literarios.                       

David Ramírez Olarte cosechó con éxito las enseñanzas de sus maestros y se introdujo en el escenario del teatro y de la creación literaria. ¡Hoy, cuando David acaba de acceder al mundo de silencio eterno, anhelamos paz en la tumba de nuestro compañero y amigo! (O)