Alarmantes cifras de la deserción escolar en Ecuador

Las estadísticas demuestran una realidad: la deserción escolar va en aumento. Las cifras que maneja el Ministerio de Educación demuestran que en el país cada vez más niños y jóvenes dejan las aulas. A pocos días del arranque de un nuevo año escolar en la Costa y Galápagos se espera un cambio en esta tendencia alarmante. 

Según las cifras oficiales que maneja el Ministerio, durante el año lectivo 2023-2024, cerca de  64.024 estudiantes en ocho provincias de la Costa y Galápagos no se matricularon en comparación al ciclo académico 2022-2023.

La información levantada revela que hace dos años se matricularon un total de 2’503.532 estudiantes en 9.407 escuelas y colegios. En cambio, hasta el último informe de febrero pasado de este año se registraron 2’439.508 estudiantes. Hay más cifras que preocupan. 

En el régimen Sierra y Amazonía tampoco se matricularon 38.238 estudiantes durante el inicio del año escolar 2023-2024. En este último ciclo solo se matricularon 1.780.368 alumnos. Es la estadística más baja de los últimos seis períodos académicos, según los números del propio Ministerio. 

Ángel Mora, especialista en materia educativa, detalla que el problema social de la deserción escolar tiene estudios levantados por el propio Ministerio en los últimos años. “Hay que analizar los números con responsabilidad. La deserción no se reduce a una sola causa, sino que se trata de un problema multicausal, es decir hay varios factores. En muchas situaciones está influyendo hasta el problema de la inseguridad que se atraviesa”, dice. 

El Ministerio de Educación trabajó el año pasado en una encuesta en diversos establecimientos educativos. Allí se detectaron tres causas para  que los niños y adolescentes abandonen los  estudios: por falta de dinero (24,90%), por movilidad (13,1%) y por trabajo infantil (7,1%). No se precisa el universo de estudiantes utilizados en el muestreo. 

¿Qué significa movilidad? Mora detalla que es un número importante de estudiantes extranjeros que han comenzado a dejar los estudios porque los padres se cambian de ciudades buscando mejores condiciones de vida o en otros casos abandonan el país. 

Gonzalo Arellano, catedrático y técnico en sistemas de educación, señala que desde el Gobierno se debe realizar un análisis profundo de la problemática entendiendo bien la cantidad de estudiantes ecuatorianos que han dejado las aulas. 

Según las estadísticas, en el régimen de la Sierra se registraron 14.022 estudiantes de países como Colombia, Venezuela y Perú en el periodo 2023-2024. Eso significó una reducción del 63% porque en el periodo 2022-2023 se contabilizaron 38.310 alumnos de otros países. 

Aquí Arellano hace una puntualización. Dice que el último ciclo escolar de la Sierra que se terminará en junio fueron más de 38.000 estudiantes que no se matricularon. “De ese total, son 14.000 extranjeros. ¿Qué pasó con los 24.000 estudiantes que son ecuatorianos? Es momento de que se tomen precauciones porque la crisis económica seguirá agravando el problema”. 

El cambio de Ministro en medio de la problemática

El presidente Daniel Noboa realizó cambios en su Gabinete. El Ministerio de Educación fue una de las carteras que registró novedades. Después de cinco meses en el cargo fue removido Daniel Calderón. Mediante Decreto Presidencial se nombró a Alegría Crespo como nueva ministra de Educación.

La funcionaria recién se presentó en los últimos días. Allí ya recibió un informe de los problemas que se registran antes del inicio del año escolar en la Costa y Galápagos. Hay una larga lista de problemas. 

Por ejemplo, hay infraestructura afectada por el fenómeno de El Niño. También hay problemas con la inseguridad en los establecimientos educativos y las alarmas están puestas con el microtráfico de droga en escuelas y colegios. Asimismo, el alto número de embarazos en adolescentes y las últimas denuncias de abusos sexuales.  

Se espera que en los próximos días se presente un plan de acción inmediato a todas las necesidades urgentes por atender en el sistema educativo.