IESS, ineficaz

Luis Muñoz Muñoz

Luis Muñoz

Los adultos mayores, luchan permanentemente entre la fragilidad humana y la deslumbrante  ansiedad por  vivir  y morir dignamente,  sin embargo la realidad es adversa, en más de una oportunidad, hemos sostenido una cruda verdad que no puede discutirse, aquello se relaciona con la situación económica de los adultos mayores luego de su jubilación, porque en la actualidad han pasado a una «situación económica miserable», a pesar que antes vivían modestamente más hoy las pírricas pensiones jubilares no les alcanza  para  pervivir. El estado ante esta realidad nada hace cuando responsablemente debe enfrentar la situación, con la convicción de que los adultos mayores siguen siendo importantes y necesarios en la sociedad. Hay que entender que los ancianos no son una carga social, y no se los puede declarar «incapaces», privados del derecho de laborar solo por los años que tienen, cuando pueden seguir entregando al Estado sus sabidurías y experiencias, en los campos administrativos o laborales. Por otra parte, es necesario revisar sus pensiones jubilares, para otorgarles una pensión equitativa y justa acorde con el valor actual de la canasta familiar, pensiones que deben elevarse a medida que sube el costo de la canasta básica, para evitar que «los adultos mayores» se vuelvan indigentes que pasen a engrosar los cinturones de miseria como ocurre en la actualidad. El estado se resiste a incluir  en sus agendas públicas la problemática social de la vejez, y la sociedad hipócritamente consciente la exclusión y desprotección de la población mayor, los asambleístas se hacen los desentendidos de ésta dura realidad. La pensión jubilar  ordinaria por vejez hasta nuestros días,  viene siendo un insulto y  una vergüenza internacional ya que existen  pensiones jubilares menores a un salario básico unificado mensual, que no se equiparan al presupuesto  que se dispone para alimentar un «perro  de casa», debería darles vergüenza a  los Directivos del IESS y al Estado Ecuatoriano , por este trato inhumano, amparándose en leyes caducas, que son hechas a gusto y sabor de los intereses políticos de los corruptos del IESS, quienes han usufructuado sus fondos en beneficio propio y de intereses  de su movimiento o partido político, al punto de que como siempre escamotean los derechos de las personas para satisfacer el bolsillo de los inescrupulosos «líderes políticos», que se han hecho millonarios a costa de  los afiliados al Seguro Social. Es tiempo de reivindicar los derechos de nuestros mayores y dotarles de hospitales adecuadamente equipados y con suficientes medicinas para atender sus enfermedades que los llevan inevitablemente a una muerte prematura, es hora que se reestructure el sistema de turnos, para una atención urgente y prioritaria y no como en la actualidad entregar una cita para cuando haya fallecido el paciente, por falta de atención médica. Este aspecto es de preocupación urgente e inmediata lo que puede lograrse despolitizando al IESS y devolviéndole a la entidad la autonomía de la que gozaba antes que los politiqueros metan sus asquerosas uñas en sus arcas económicas y que hoy se han enquistado en los diferentes estamentos de la Institución. (O)